Elena G. de White en Europa

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Otra visita a Tramelan

Los días 5, 6 y 7 de febrero la Sra. de White volvió a visitar Tramelan para realizar reuniones durante un fin de semana, acompañada por el pastor Ings y Jean Vuilleumier como traductor. EGWE 305.5

Durante la reunión del sábado de tarde usó como texto el de Malaquías 3:16-18 y 4:1, 2. Dios le dio libertad de expresión. El Espíritu del Señor obró con poder para que sus palabras penetraran en el corazón de sus oyentes y los acompañaran hasta sus hogares. En la reunión social que siguió “se presentaron muchos testimonios con profundo sentimiento”. EGWE 305.6

Esta reunión, que reavivó el fervor de los presentes, era un ejemplo típico de las reuniones de reavivamiento y reforma, llenas del Espíritu Santo, que Elena G. de White celebraba donde quiera que iba, no sólo en Europa, sino también en Australia y Norteamérica. Los resultados eran siempre fructíferos, pues había conversiones y bautismos de nuevos creyentes y se fortalecía la fe de los hermanos. Aunque no se trataba de reuniones espectaculares, producían una ola acumulativa de poder e influencia que cubría las iglesias de Europa, como la ondulante superficie del mar que lava y limpia mientras sube y baja, entretanto la Sra. de White permanecía en ellas. El caso del hermano Guenin es un ejemplo de esta influencia. El dio su testimonio, junto con una expresión de gratitud y alabanza al Señor, por los cambios que se habían producido recientemente en su familia. Su hijo mayor, que había dejado la iglesia durante un año, estaba presente en la reunión y “habló con un sentimiento profundo, confesando sus errores. Las lágrimas le fluían libremente. Dijo que iba a cambiar de actitud... Parecía poseído por un verdadero fervor”.—Ibid. EGWE 305.7

La esposa del Hno. Guenin se puso de pie y admitió que había alimentado prejuicios en su corazón por la visita de los ministros norteamericanos, y que esto la había mantenido alejada del Señor y de la iglesia. “Pero sobrevino un cambio en ella y expresó su deseo de tener parte con el pueblo de Dios”.—Ibid. EGWE 306.1

Estaba también el hermano de Guenin, por quien él había orado durante muchos años. Este hombre vivía a pocos kilómetros de Tramelan. Estaba muy preocupado por el sábado. Le dijo a su esposa que no podía trabajar ni un sábado más. Sentía tan pesadas las herramientas cuando las usaba en sábado, que le parecía que se le iban a caer de las manos. Entendió que ésta era la confirmación que Dios le daba acerca de la verdad divina. Decidió guardar plenamente el sábado. El testimonio que dio Guenin acerca de la conversión de su hermano tenía un tono de alegría y de gozosa alabanza. Dios había obrado verdaderos milagros en favor de su familia. EGWE 306.2

También se oyeron otros testimonios. Por ejemplo, “un joven que había caído en un gran pecado se levantó e hizo una humilde confesión, pidiendo el perdón de las personas a las que había perjudicado”.—Ibid. EGWE 307.1

Hubo también otro caso, el de un hombre inteligente, “profundamente interesado en la verdad”. Se habían hecho oraciones para que este caballero tomara una decisión firme. Finalmente lo hizo, creyendo que iba a perder el trabajo, pero su empleador le dijo que siguiera como hasta entonces; así obró el Señor en su favor. EGWE 307.2

Al terminar la reunión el Hno. Guenin “estrechó las manos de todos los presentes mientras las lágrimas le corrían por el rostro. Tomó la mano de sus tres hermanas—todas firmes en la fe—y las saludó. Parecía estar profundamente emocionado. Mientras los hermanos se abrazaban, lloraban sobre sus hombros. La Hna. Roth declaró ‘la paz ha venido a mi hogar’”.—Ibid. EGWE 307.3