Elena G. de White en Europa

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Una junta de iglesia desalentadora

Durante la semana, ella y Guillermo procuraban salir a caminar un par de veces al día. A menudo se dirigían al palacio y a los jardines reales. Pero su tarea en la iglesia no había concluido. El lunes ella mantuvo una agradable entrevista con los esposos Hansen. Esa noche se celebró una junta de iglesia para sancionar a los miembros que persistían en criticar y buscar faltas en los demás. Matteson, que había ido postergando durante largo tiempo esa decisión, tuvo dificultades para manejar la situación. EGWE 232.1

“No se adoptó la conducta más sabia. A los culpables se los separó con un espíritu de dureza y severidad, en lugar de manifestar un espíritu de tristeza, compasión y amor hacia ellos”. Ibid. Esto, naturalmente, los exasperó y los volvió desafiantes y combativos. La situación no era agradable, y cuando se realizó la votación, unas pocas personas votaron porque se los borrase de la lista de iglesia, mientras que varios se abstuvieron de votar. Incluso algunos que habían sido víctimas de las difamaciones de los acusados, guardaron silencio. EGWE 232.2

Matteson quedó tan perturbado al ver que sólo contaba con el respaldo de pocos hermanos, que se apresuró a renunciar a sus cargos de director de la sociedad de publicaciones y de anciano de la iglesia. “Las cosas estaban, pues, bastante enredadas”, dijo Elena G. de White, y al día siguiente ella y Guillermo tuvieron una larga conversación con Matteson para convencerlo de que reconsiderara su decisión, tomada en un arrebato emocional.—Ibid. EGWE 232.3