Elena G. de White en Europa

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Dios requiere sacrificio

Sin embargo, la situación económica en Suecia no era alentadora. Desde el mes de septiembre sólo se habían recibido 65 dólares de parte de las iglesias. Elena G. de White habló a los delegados acerca de los comienzos de la obra y los sacrificios que ésta requirió: EGWE 219.4

“Es verdad que los hermanos son pobres, pero no son más pobres que cuando comenzó la obra en Norteamérica. Trabajamos entonces siguiendo las enseñanzas de Dios, con los recursos que teníamos; establecimos el plan de la benevolencia sistemática * y organizamos sociedades de publicaciones. Mostramos por nuestras obras que esperábamos que el Señor hiciera algo en nuestro favor y él honró nuestra fe”.—Ibid. EGWE 220.1

Antes que concluyera la asamblea, los suecos resolcieron: “Con todo fervor pediremos a nuestros hermanos que donen sus recursos para el mantenimiento de los obreros”, y que “a fin de lograr una mayor unidad en este asunto, trataremos de seguir el plan que enseña la Biblia para sostener el ministerio”.—The Review and Herald, 10 de agosto de 1886. EGWE 220.2

The Review and Herald, 10 de agosto de 1886. EGWE 220.3

Durante esa época los días eran los más largos del año en Suecia: A las dos de la mañana ya había claridad, y a las diez de la noche aún se podía escribir sin luz. EGWE 220.4

Esa noche, la ciudad fue escenario de intensa actividad mientras los ciudadanos se preparaban para celebrar el solsticio de verano, el 25 de junio. La gente pasaba frente a la ventana de la habitación que ocupaba Elena G. de White, llevando ramas verdes, plantas, rosas, “cualquier cosa que sea un emblema apropiado del verano”. Manuscrito 65, 1886. Al día siguiente todos los negocios se mantuvieron cerrados, mientras se realizaban desfiles y celebraciones. Elena G. de White vio por todas partes “animación y contento”. EGWE 220.5