Elena G. de White en Europa
El regreso a Basilea
El martes 15 de diciembre, Elena G. de White se levantó a las tres de la mañana para alcanzar el tren a Turín. Viajaron en tercera clase para gastar menos. Aunque en el coche hacía frío, llegaron a Turín sin pasar mucha incomodidad. EGWE 164.3
El tren atravesó algunos magníficos lugares alpinos, que encantaron a la Sra. de White y la indujeron a exclamar que jamás había visto nada tan bello, ni siquiera en las Montañas Rocosas de su país. EGWE 164.4
Al llegar a Ginebra por la noche, los esperaban Daniel T. Bourdeau con su esposa, Mariana, y su hijo Agustín, de diez años. Caminaron una corta distancia hasta la casa que Bourdeau alquilaba en Chautepoulet 12. EGWE 164.5
A la mañana siguiente, Bourdeau alquiló un coche y llevó a Elena G. de White y a María a recorrer la ciudad durante un par de horas. EGWE 165.1
“Caminamos hasta un lugar muy elevado—escribió ella en su diario—, desde donde contemplamos la unión de dos ríos, el Ródano y su tributario, el Arve. Las aguas de uno son de color azul oscuro y las del otro tienen un tono grisáceo, y aunque ambas corrientes se encuentran no pierden su color distintivo hasta después de recorrer una gran distancia, donde se fusionan”.—Manuscrito 30, 1885. EGWE 165.2