Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

186/199

Autodisciplina

El maestro que quiere sujetar a sus alumnos a la disciplina, tiene que llegar a estar él mismo primero bajo el dominio de Cristo. Jesús dijo: “El que me sigue no andará en tinieblas; mas tendrá la lumbre de la vida.” Con iluminación divina, podéis trabajar como trabajó Cristo; porque su luz puede alumbrar por medio de vosotros la senda de todo pecador impenitente con quien os relacionéis. ¿Sois en verdad maestros que enseñan los caminos de Dios? Si sois maestros convertidos podréis conquistar, no arrear; atraer, no ahuyentar a las almas por las cuales Cristo murió. Cuidaréis y velaréis por las ovejas y los corderitos del redil de Cristo. Si se extravían, no los dejaréis perecer, sino que saldréis a buscar y salvar lo que se ha perdido. Todo el cielo estará pronto para ayudaros en esta buena obra. Los ángeles os secundarán en vuestro esfuerzo de hallar la llave del corazón del más incorregible y desobediente. Recibiréis gracia especial, y fuerza por medio de Cristo, el cual puede proveeros de su plenitud inconmensurable. Se os hará aptos para ser colaboradores de Dios, uno con Cristo en vuestro esfuerzo para salvar a los perdidos, y el resultado de vuestro trabajo de amor será visto no sólo en el tiempo presente, sino durante la eternidad.—Testimonies on Sabbath-School Work, 80-82. COES 196.2