Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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El quebrantar la voluntad

Aquellos que son egoístas, irritables, imperiosos, groseros y ásperos, y que no tienen mucha consideración para con los sentimientos ajenos, nunca deberían ser empleados como maestros. Tendrían una influencia desastrosa sobre sus alumnos, amoldándolos según su propio carácter y perpetuando así el mal. Las personas de este genio harán un esfuerzo para quebrantar la voluntad de un niño, si se muestra ingobernable; pero Cristo no ha autorizado semejante manera de tratar a los que yerran. Mediante la sabiduría celestial, la mansedumbre y humildad de corazón, los maestros pueden ser capaces de dirigir la voluntad y guiar a sus alumnos en el camino de la obediencia; pero nadie se imagine que con amenazas podrá ganar sus afectos. Tenemos que trabajar como Cristo. COES 195.2

Hay muchos que subestiman el mal que causa un error cuando se manifiesta en ellos mismos, pero que reconocen plenamente su influencia cuando se revela en otros. En todas partes nos encontramos con personas que ignoran enteramente que poseen características que es necesario modificar. Otros pueden ver sus rasgos de carácter censurables, pero cuando se los reprende, se imaginan que se los ha juzgado mal. El maestro debería examinar cuidadosamente su propio corazón a la luz de la eternidad, para poder representar delante de sus discípulos aquello que él desea que sean. Debería aprender diariamente en la escuela de Cristo, permaneciendo en Cristo como permanece el pámpano en la vid, para poder comunicar a otros lo que él mismo ha recibido de Cristo. COES 196.1