Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

161/199

La necesidad de consagración que tienen los obreros de la Escuela Sabática

Aquellos que se ocupan en la obra de la escuela sabática deberían ser personas que se hayan consagrado a Dios. Deberían ser hombres y mujeres de fe robusta y de ardorosa simpatía, fervientes de espíritu, e interesados en todo lo que concierne a la causa de Cristo. Deberían entregarse a la obra con esfuerzo desinteresado, cualquiera sea el sacrificio requerido, poniéndose sobre el altar y suplicando con vehemente clamor y lágrimas por la conversión de la juventud que ha sido confiada a su cuidado. Entre aquellos que quieren trabajar para el Señor en la escuela sabática, debe ser crucificada toda ambición egoísta, y “nada hagáis por contienda o por vanagloria, antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros.” Sea la primera ambición del obrero de la escuela sabática educar a la juventud para cumplir con su deber en el temor de Dios y con sencillez. COES 173.1

Lo que más falta hace en la escuela sabática no es maquinaria, sino conocimiento de las cosas espirituales. ¡Cuán grandemente necesitan los obreros un bautismo del Espíritu Santo, para llegar a ser verdaderos misioneros para Dios! Deberían aprender a esforzar cuanto fuese posible sus mentes, a fin de adquirir un conocimiento mejor de las verdades de la Biblia. Los maestros de la escuela sabática deberían orar diariamente por la iluminación del cielo, a fin de poder revelar a la mente de la juventud los tesoros de la sagrada Palabra. ¿Por qué no humillaros delante del Señor y permitir que la impresión del Espíritu Santo se manifieste en vuestro carácter y obra? Existe demasiada complacencia propia entre aquellos que se ocupan de la obra de la escuela sabática, demasiada maquinaria y rutina, y todo esto tiende a alejar al alma de la Fuente del agua viva.—Testimonies on Sabbath-School Work, 73, 74. COES 174.1