Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Cuando nos cansemos de dar

Bien, dice alguien, se nos sigue pidiendo que demos a la causa. Estoy cansado de dar. ¿Estás tú cansado? Entonces, permíteme preguntarte: ¿Estás cansado de recibir de la mano benéfica de Dios? Hasta que el Señor no cese de bendecirte, no cesarás tú de estar bajo la obligación de retribuirle la parte que él reclama. El te bendice a fin de que puedas bendecir a otros. Cuando estés cansado de recibir, entonces podrás decir; Estoy cansado de tantos pedidos de ofrendas.—Testimonies for the Church 5:150. COES 149.2