Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Observaciones largas y tediosas

Los que enseñan a los niños deberían abstenerse de hacer observaciones tediosas. Las observaciones cortas y al caso, ejercerán una buena influencia. Si es necesario decir mucho, compénsese la brevedad con la frecuencia. Unas pocas palabras de interés, de cuando en cuando, serán de más provecho que si se dijera todo de una vez. Las pláticas largas cansan la mente de los niños. El hablar demasiado les hará fastidiosa aun la instrucción espiritual, así como el comer demasiado recarga el estómago, disminuye el apetito y produce hasta aversión a la comida. Es posible que la mente de la gente se harte de las pláticas excesivas. El trabajo en pro de la iglesia, pero especialmente de la juventud, debería ser mandamiento tras mandamiento, precepto tras precepto, aquí un poco y allí otro poco. Dad a las mentes tiempo para digerir las verdades con que las alimentáis. A los niños hay que atraerlos hacia el cielo, no con aspereza, sino con mucha ternura.—Testimonies on Sabbath-School Work, 107. COES 132.1