Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabatica

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Una investigación superficial

Cada maestro de la escuela sabática debería sentir que es un misionero para Dios. Debe aprovechar sus momentos y su aptitud para obtener un conocimiento de la Palabra de Dios, que pueda impartir a sus alumnos. Los maestros llegarán a ser ineptos para sus puestos si no aprenden ellos mismos. Necesitan frescura de ideas, planes nuevos y sabios, vida, tacto y espíritu en su obra. Tienen que ser aptos para enseñar. COES 131.2

El maestro no debería limitarse a la repetición de las palabras escritas en el folleto de la lección; sin embargo, necesita estar perfectamente familiarizado con las palabras lo mismo que con las ideas. Todo maestro, antes de ponerse a la cabeza de su clase, debería tener planes trazados con claridad en cuanto a lo que desea hacer en ese día y en esa ocasión. Recitar una lección vosotros mismos delante de la clase no es enseñarla; necesitáis palabras sencillas e ideas fácil y claramente expresadas. Aseguraos de que vuestros discípulos os entienden. Si no pueden comprender vuestras ideas, vuestro trabajo está perdido. No paséis ligeramente por la superficie; ahondad. La Biblia es la regla y la guía de la vida. Es preciso que una doctrina sana sea puesta en contacto con las mentes y los corazones de vuestros discípulos; entonces producirá fruto, pues se verá un proceder sano como resultado de vuestros esfuerzos.—Testimonies on Sabbath-School Work, 24. COES 131.3