Hijas de Dios

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El ejército del señor

Un ejército bien preparado—Los hombres y mujeres de la iglesia no deben empequeñecer espiritualmente, sino fortalecerse, elevarse, ennoblecerse y prepararse para la más sagrada tarea que alguna vez haya sido encomendada a los mortales. Es el propósito del Señor tener un ejército bien preparado, listo a entrar en acción en el momento en que sea llamado. Este ejército estará formado por hombres y mujeres bien disciplinados, dispuestos a actuar bajo las órdenes de influencias que los prepararán para el servicio.—The Review and Herald, 2 de junio de 1903. HD 100.3

Hombres y mujeres que se animan unos a otros a servir—Se necesita una gran reforma en nuestras filas. Los ministros que reciben un sueldo de la Asociación debieran preguntarse: “¿Soy un obrero fiel? ¿Soy una ayuda espiritual para la iglesia?” Hay algunos que demandan sueldos más altos por su trabajo, y sin embargo traen pocas almas que se mantengan firmes a los principios de la verdad. Ha llegado el tiempo en que nuestros ministros deben humillar sus corazones ante el Señor, y salir a dar un testimonio convincente a la gente. Ha llegado el tiempo de trabajar fervorosamente para acrecentar la feligresía de la iglesia, y para llevar a la gente a una plena comprensión de la verdad para este tiempo. El Señor desea ver miembros vivos en su iglesia; hombres y mujeres que se animan unos a otros a brindar un fiel servicio.—Manuscript Releases 9:115 (1908). HD 100.4