Hijas de Dios

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Ana la profetisa

El espíritu de profecía estaba sobre este hombre de Dios [Simeón], y mientras que José y María permanecían allí, admirados de sus palabras, los bendijo, y dijo a María: “He aquí este está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones”. Lucas 2:34-35. HD 70.3

También Ana la profetisa vino y confirmó el testimonio acerca de Cristo. Mientras hablaba Simeón, el rostro de ella se iluminó con la gloria de Dios, y expresó su sentido agradecimiento por habérsele permitido contemplar a Cristo el Señor.—El Deseado de Todas las Gentes, 37 (1898). HD 70.4