Hijas de Dios

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Capítulo 20—Los deberes prácticos de la vida

Los niños son la preciosa herencia de Dios, y desde sus más tiernos años deben ser instruidos, disciplinados y entrenados a llevar las cargas de la vida. Estas serán livianas al principio; pero los niños deben ser cuidadosamente educados a hacer su parte, a fin de que aprendan a realizar sus trabajos con aptitud y voluntad.—The Review and Herald, 17 de mayo de 1898.