Hijos e Hijas de Dios

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Tan santos como él, 28 de mayo

Sed santos, porque yo soy santo. 1 Pedro 1:16. HHD 157.1

Dios espera que edifiquemos nuestros caracteres de acuerdo con la norma que él nos ha dado. Debemos colocar ladrillo sobre ladrillo, añadiendo gracia sobre gracia, descubriendo nuestros puntos débiles y corrigiéndolos de acuerdo con la dirección dada. Cuando se advierte una resquebrajadura en las murallas de una mansión, sabemos que hay algo malo en el edificio. En la edificación de nuestro carácter a menudo se ven resquebrajaduras. A menos que remediemos estos defectos, la casa caerá cuando la tempestad de la prueba la azote... HHD 157.2

En la edificación de nuestro carácter, debemos construir sobre Cristo. El es nuestro seguro fundamento—un fundamento que es inconmovible. La tempestad de la tentación y las pruebas no pueden mover el edificio que está fundado en la Roca Eterna. HHD 157.3

El que quiera transformarse en un hermoso edificio para el Señor, debe cultivar cada actitud de su ser. Únicamente empleando debidamente los talentos es posible desarrollar armoniosamente el carácter. Así ponemos como fundamento lo que en la Palabra se representa como oro, plata, piedras preciosas: material que resistirá la prueba de los fuegos purificadores de Dios.—Conducción del Niño, 151, 152. HHD 157.4

La santidad no es un arrobamiento: es una entrega completa de la voluntad a Dios; es vivir de toda palabra que sale de la boca de Dios; es hacer la voluntad de nuestro Padre celestial; es confiar en Dios en las pruebas y en la oscuridad tanto como en la luz; es caminar por fe y no por vista; confiar en Dios sin vacilación y descansar en su amor.—Los Hechos de los Apóstoles, 42. HHD 157.5