Hijos e Hijas de Dios

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Dominaba sus apetitos, 14 de mayo

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4:3, 4. HHD 143.1

La gran prueba de Cristo en el desierto en lo que se refiere al apetito había de dejar a los hombres un ejemplo de abnegación. Este largo ayuno se llevó a cabo para poner en evidencia ante los hombres la pecaminosidad de algunas cosas en que incurren los profesos cristianos. La victoria que Cristo obtuvo en el desierto había demostrado a los hombres la pecaminosidad de las mismas cosas en las cuales obtienen placer. La salvación del hombre estaba en la balanza, y había de ser decidida por la prueba de Cristo en el desierto. Si triunfaba en lo que se refiere al apetito, entonces había la posibilidad de que el hombre venciera... HHD 143.2

Los cristianos que comprenden el misterio de la piedad, que tienen una noción elevada y sagrada de la expiación, que disciernen en los sufrimientos de Cristo en el desierto una victoria obtenida en favor de ellos... serán grandemente fortalecidos al comparar ferviente y frecuentemente sus vidas con la verdadera norma, la vida de Cristo... Los entretenimientos que inducen a la liviandad y al olvido de Dios, no pueden encontrar sanción en el ejemplo de Cristo, el Redentor del mundo, el único modelo seguro que el hombre debe seguir si desea vencer como Cristo venció... El hombre tiene actualmente ventajas sobre Adán en su lucha contra Satanás, porque tiene la experiencia de Adán en la desobediencia y su consiguiente caída para advertirle de que debe evitar seguir su ejemplo. El hombre tiene también el ejemplo de Cristo que venció el apetito y muchas otras tentaciones de Satanás, y que al triunfar sobre el poderoso enemigo en cada instancia, salió vencedor en toda contienda.—The Review and Herald, 13 de octubre de 1874. HHD 143.3