Hijos e Hijas de Dios

113/374

De lámparas vacías, en llenas, 21 de abril

Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mateo 25:4. HHD 120.1

Que todo joven considere la parábola de las diez vírgenes. Todas tenían lámparas, esto es, una apariencia externa de religión; pero sólo cinco de ellas poseían la piedad interior. A cinco de ellas les faltaba el aceite de la gracia. El espíritu de vida en Cristo Jesús, el Espíritu Santo, no moraba en sus corazones. Sin el aceite de la gracia, ¿de qué valía llevar la lámpara de la profesión de fe? Por más alta que sea ésta, por más alto que sea el puesto que ocupe el supuesto religioso, si falta el aceite de la gracia, no tiene con qué alimentar su lámpara, y no puede esparcir rayos de luz claros y brillantes... HHD 120.2

La razón por la cual el Novio se demora se debe a que es longánime para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. ¡Oh, la preciosa longanimidad de nuestro misericordioso Salvador! ¡Oh, que cada uno de los queridos jóvenes aprecie el valor del alma que ha sido adquirida a precio infinito en el Calvario! ¡Oh, que cada cual aprecie adecuadamente las facultades que les ha confiado Dios! Por medio de Cristo podréis ascender la escalera del progreso, y poner toda facultad bajo el dominio de Jesús... En espíritu, pensamiento, palabra y acto, podéis poner de manifiesto que estáis impulsados por el Espíritu de Cristo, y vuestra vida ejercerá una poderosa influencia sobre los demás.—The Youth’s Instructor, 20 de septiembre de 1894. HHD 120.3