Hijos e Hijas de Dios

48/374

Misericordia hacia miles, 16 de febrero

Y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. Éxodo 20:6. HHD 55.1

Los diez santos preceptos pronunciados por Cristo sobre el monte Sinaí, eran una revelación del carácter de Dios, y dan a conocer al mundo el hecho de que él tiene jurisdicción sobre toda la heredad humana. La ley de los diez preceptos del mayor amor que pueda presentarse al hombre, es la voz de Dios que habla desde el cielo al alma prometiéndole: “Haz esto, y no quedarás bajo el dominio y el gobierno de Satanás”. No hay negaciones en esta ley aunque así parezca. Su sentido es: “Haz esto y vivirás”... El Señor ha dado sus santos mandamientos para que sean un muro de protección en torno de sus seres creados.—The S.D.A. Bible Commentary 1:1105. HHD 55.2

Todo lo que Dios podía hacer lo ha hecho para manifestar su amor y misericordia para vosotros. “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Por lo tanto descansad en la seguridad del amor de Dios... Dios no nos amó porque le hayamos amado primero; sino porque “siendo aún pecadores”, Cristo murió por nosotros, haciendo una provisión plena y abundante para nuestra redención. Aunque por causa de la desobediencia merecíamos el desagrado y la condenación de Dios, él no nos abandonó para dejarnos que lucháramos contra el poder del enemigo con nuestra propia fortaleza finita. Los ángeles santos luchan por nosotros, y si cooperamos con ellos, podremos ser victoriosos sobre los poderes del mal... Si nos acercamos a él por fe, él se acercará a nosotros, nos adoptará en su familia, y nos hará hijos e hijas suyos.—Carta 98, 1896. HHD 55.3