Hijos e Hijas de Dios

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Los fieles serán salvos, 17 de diciembre

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro. Mateo 24:31. HHD 360.1

El León de Judá, tan terrible para los que rechazan su gracia, es el Cordero de Dios al que es obediente y fiel. La columna de fuego que anuncia terror e ira al transgresor de la ley de Dios, es una señal de luz, misericordia y liberación para los que guardan sus mandamientos. El brazo que es fuerte para herir a los rebeldes, será fuerte para librar a los leales. Todo el que sea fiel será salvo. HHD 360.2

En comparación con los millones del mundo, los hijos de Dios serán, como siempre lo fueron, un pequeño rebaño; pero si permanecen de parte de la verdad como está revelada en su Palabra, Dios será su refugio. Están bajo el amplio escudo de la Omnipotencia. Dios siempre constituye mayoría. Cuando el sonido de la final trompeta penetre en la prisión de la muerte, y los justos se levanten en triunfo, exclamando: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” para unirse con Dios, con Cristo, con los ángeles y con los fieles de todas las edades, los hijos de Dios serán una gran mayoría... En santa visión el profeta vio el postrer triunfo de la iglesia remanente de Dios. Escribió: HHD 360.3

“Y vi así como un mar de vidrio mezclado con fuego; y los que habían alcanzado la victoria... estar sobre el mar de vidrio, teniendo las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos”.—Los Hechos de los Apóstoles, 471. HHD 360.4