Hijos e Hijas de Dios

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Progreso ilimitado, 14 de noviembre

Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad. Colosenses 1:10, 11. HHD 327.1

Dios no pone límites al progreso de aquellos que están “llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia”. HHD 327.2

Mediante la oración, la vigilancia, el aumento de la comprensión, somos “fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad”... HHD 327.3

El plan de Dios para nosotros es tan amplio, tan pleno, tan completo, que tenemos toda la razón del mundo para cooperar con él con toda el alma en su realización. No hay motivo para vacilar... Necesitamos conseguir diariamente provisiones frescas del gran almacén de la Palabra de Dios. Esto no dejará tiempo para la lectura de novelas, o para cualquier otra cosa que no nos edifique y fortalezca para toda buena obra... Las riquezas del cielo están a las órdenes de los hijos de Dios.—The Review and Herald, 4 de octubre de 1906. HHD 327.4

El tentador se presentará cada día en vuestro camino con alguna excusa plausible y engañosa para justificar vuestro propio servicio y complacencia... Aquel cuyo corazón esté entregado por completo a Dios, que reciba por fe a Jesucristo como Salvador personal, revelará un firme crecimiento espiritual, en el vigor de la piedad, en determinación de propósito, en fidelidad a cualquier costo a los principios de nuestra fe... HHD 327.5

Dios honrará y sostendrá a todo corazón leal y alma sincera que procure caminar ante él en la perfección de la gracia de Cristo.—Manuscrito 125, 1901. HHD 327.6