Hijos e Hijas de Dios

279/374

Andemos en la verdad, 4 de octubre

Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 3 Juan 3. HHD 286.1

El Señor tiene un lugar para las mejores habilidades que les ha confiado a los hombres. En la obra de la edificación de su reino debemos emplear todas las facultades recibidas de Dios, tan fiel y fervientemente como lo hizo Daniel en Babilonia, cuando se lo encontró fiel a todos los deberes de los hombres y leal a su Dios. HHD 286.2

Dios pide mucho más tacto y habilidad para desarrollar planes de lo que hasta ahora le han dado sus instrumentos humanos. Se necesita más agudeza y santidad de pensamiento, y una obra más sutil para contrarrestar los planes ingeniosos de Satanás. Es necesario alcanzar normas más altas, y realizar un esfuerzo más santo, elevado y abnegado en la obra del Señor. Debería educarse a nuestra juventud para alcanzar normas más elevadas, y comprender que ahora están decidiendo su propio destino eterno. Para nadie hay salvaguardia, salvo para los que tienen en el corazón la verdad tal cual es en Jesús. Esta debe ser plantada en el corazón por el Espíritu Santo. Mucho de lo que ahora se llama religión desaparecerá de la vista cuando reciba el embate de las huestes de Satanás. Nada permanecerá fuera de la verdad y la sabiduría que es de lo alto, la cual santificará el alma. HHD 286.3

Que nadie se imagine que la complacencia propia es religión. Que no se halague al egoísmo. Que la juventud aprenda a reprimir sus deseos y cuidarse de la extravagancia en el empleo de los recursos. Que todos miren a Jesús, contemplen su carácter y sigan sus pisadas. “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él”.—The Youth’s Instructor, 24 de mayo de 1894. HHD 286.4