Hijos e Hijas de Dios

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Espíritu de fortaleza y amor, 8 de julio

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7. HHD 198.1

Estamos ahora en el tiempo en que debemos permanecer firmes en favor de la verdad. Debemos atesorar amor por las almas, pero nunca debemos claudicar del menor punto vital de la verdad, porque sólo manteniendo la verdad, la verdad pura, la verdad sin adulteración, podremos honrar y glorificar a Jesús nuestro Príncipe en este tiempo. La Palabra es el pan de vida. Y en ella se presenta a los discípulos de Cristo como comiendo y bebiendo la carne y la sangre de Cristo, a saber, haciendo de su Palabra parte de su propia vida. Ninguna mentira forma parte de la verdad. La verdad será la prueba en la época de las teorías falsas, si nos aferramos al principio de nuestra confianza hasta el fin... HHD 198.2

Ejercitemos fe en Dios, y mantengámonos del lado de Cristo al seguir su Palabra. El Señor enseñará a su pueblo si está dispuesto a aprender. Podemos situarnos de manera que oigamos la instrucción de Cristo. Tenemos un Dios viviente y un Cristo viviente. Legiones completas de demonios tratan de encontrar la oportunidad de aferrarse de las mentes humanas, pero si nos mantenemos junto a la Palabra, no seremos vencidos. “Por lo cual—dijo Pablo a Timoteo—, te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.—Carta 78, 1906. HHD 198.3