La Educación Cristiana

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El estudio de la Biblia en el hogar

Nuestros hijos son la propiedad del Señor; han sido adquiridos por precio. Este pensamiento debe ser el móvil de nuestros trabajos en favor de ellos. El método que tiene más éxito para asegurar su salvación y mantenerlos apartados del camino de la tentación, consiste en instruirlos constantemente en la Palabra de Dios. Y a medida que los padres aprendan con sus niños, encontrarán que su propio crecimiento en la gracia y el conocimiento de la verdad se vuelve más rápido. La incredulidad desaparecerá; aumentará la fe y la actividad; se profundizará la seguridad y la confianza a medida que ellos prosigan en el conocimiento del Señor. Sus oraciones experimentarán una transformación, haciéndose más fervientes y sinceras. Cristo es la cabeza de su iglesia, el apoyo infaltable de su pueblo; él dará la gracia necesaria a los que lo busquen en procura de sabiduría e instrucción. ECR 166.1

Dios quiere que consideremos estas cosas en su importancia sagrada. Es privilegio de hermanos, hermanas y padres cooperar en enseñar a los niños a beber de la alegría de la vida de Cristo, aprendiendo a seguir su ejemplo. A los niños mayores de estas familias aisladas quiero decirles: No es necesario que todos abandonen las responsabilidades del hogar para asistir a nuestras escuelas con internados, a fin de prepararse para servir. Recordad que en el hogar mismo hay una obra que hacer por el Maestro. ECR 166.2

En el hogar hay niños menores que instruir, y así aliviar las cargas de la madre. ECR 166.3

Recuerden los miembros de más edad de la familia que esta parte de la viña del Señor necesita ser cultivada fielmente, y resuelvan dedicar todas sus mejores capacidades a hacer atrayente el hogar, y a tratar sabia y pacientemente a los niños menores. Hay en nuestros hogares personas jóvenes a quienes el Señor ha calificado para dar a otros el conocimiento que han adquirido. Esfuércense las tales para mantener frescas en la mente las lecciones espirituales. Y mientras están enseñando, pueden también estudiar. Así aprenderán mientras enseñan. Obtendrán nuevas ideas, y las horas de estudio serán un decidido placer y provecho. ECR 166.4