La Educación Cristiana

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Todos han de ser preparados

La iglesia está dormida, y no comprende la magnitud de este asunto de educar a los niños y los jóvenes. “¿Por qué—dice uno—es necesario ser tan meticuloso para dar a nuestros jóvenes una educación esmerada? Me parece que si se eligen a unos pocos que han decidido seguir una vocación literaria o alguna otra vocación que requiera cierta disciplina, y se les presta la debida atención, es todo cuanto es necesario hacer. No se requiere que toda la masa de nuestra juventud sea tan bien preparada. ¿No bastará esto para hacer frente a todo requerimiento esencial?” ECR 116.3

Contesto: No; muy enfáticamente, no. ¿Qué selección podremos hacer entre ellos? ¿Cómo podríamos decir quiénes serían los más promisorios, y quién prestaría el mejor servicio a Dios? En nuestro juicio sólo podríamos mirar la apariencia exterior, como Samuel cuando fué enviado para hallar al ungido del Señor. Cuando los nobles hijos de Isaí pasaron delante de él, su ojo descansó sobre el hermoso rostro y la imponente estatura del mayor, y le pareció que el ungido de Dios estaba delante de él. Pero el Señor le dijo: “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, más Jehová mira el corazón”. Dios no quiso aceptar a ninguno de aquellos hijos de Isaí de noble aspecto. Pero cuando David, el menor, un simple adolescente, fué llamado del campo, y pasó delante de Samuel, el Señor le dijo: “Levántate y úngelo, que éste es”. 1 Samuel 16:7, 12. ECR 117.1

¿Quién puede señalar al miembro de una familia que resultará eficiente en la obra de Dios? Debe haber educación general para todos sus miembros, y todos nuestros jóvenes deben poder recibir las bendiciones y los privilegios de una educación en nuestras escuelas, a fin de que sean inspirados a ser obreros juntamente con Dios. Todos la necesitan, a fin de poder ser útiles y preparados para los puestos de responsabilidad en la vida privada y pública. Hay una gran necesidad de hacer planes para que haya un gran número de obreros competentes, y muchos deben prepararse como maestros, a fin de que otros puedan ser preparados y disciplinados para la gran obra del futuro. ECR 117.2