La Educación Cristiana

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Capítulo 64—La educación para servir

El Verdadero objeto de la educación es formar hombres y mujeres idóneos para servir, desarrollar y poner en ejercicio activo todas sus facultades. La obra de nuestros colegios y escuelas preparatorias debe ser fortalecida año tras año; porque en ellos nuestros jóvenes han de prepararse para entrar en el servicio del Señor como obreros eficientes. El Señor invita a los jóvenes a ingresar en nuestras escuelas a fin de prepararse rápidamente para una obra activa. El tiempo es corto. Por doquiera se necesitan obreros para Cristo. Incentivos urgentes deben ofrecerse a los que debieran estar hoy empeñados en un esfuerzo ferviente por el Maestro. ECR 465.1

Nuestras escuelas han sido establecidas por el Señor; y si son dirigidas en armonía con su propósito, los jóvenes enviados a ellas serán rápidamente preparados para dedicarse a diversos ramos de la obra misionera. Algunos se alistarán para entrar en el campo como enfermeros misioneros, otros como colportores, otros como evangelistas, y aun otros como ministros evangélicos. Algunos estarán preparados para encargarse de las escuelas de iglesia, en las cuales se han de enseñar a los niños los rudimentos de la educación. Esta obra es muy importante, y exige gran habilidad y estudio cuidadoso. ECR 465.2

Satanás está procurando apartar a los hombres y mujeres de los principios correctos. El enemigo de todo bien desea ver a los seres humanos adiestrados de tal manera que ejerzan influencia de parte del error, en vez de usar sus talentos para beneficio de sus semejantes. Y muchos que profesan pertenecer a la verdadera iglesia de Dios caen bajo sus engaños. Los induce a desviarse de su fidelidad al Rey de los cielos. ECR 465.3

Las señales demostrativas de la inminencia de la venida de Cristo se cumplen rápidamente. El Señor llama a nuestros jóvenes para alistarse como colportores y evangelistas, a trabajar de casa en casa en lugares donde la verdad no ha sido proclamada todavía. Habla a nuestros jóvenes diciendo: “No sois vuestros. Porque comprados sois por precio: glorificad pues a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. 1 Corintios 6:19. Los que salgan a la obra bajo la dirección del Maestro serán bendecidos maravillosamente. ECR 465.4

El Señor pide voluntarios que quieran ponerse firmemente de su parte y que se comprometerán a unirse con Jesús de Nazaret, para hacer la obra que es necesario hacer ahora mismo. Los talentos del pueblo de Dios han de ser empleados para dar el último mensaje de misericordia al mundo. El Señor ordena a los que están relacionados con nuestras escuelas, sanatorios y casas editoras que enseñen a los jóvenes a hacer obra evangélica. Nuestro tiempo y dinero no deben emplearse en establecer sanatorios, fábricas de productos alimenticios, almacenes de dichos productos y restaurantes, hasta el punto de hacer descuidar otros ramos de la obra. Los jóvenes que debieran dedicarse al ministerio, a la obra bíblica y al colportaje, no deben ocuparse en empleos mecánicos. ECR 466.1

Para fortalecer a los jóvenes contra las tentaciones del enemigo, hemos establecido escuelas donde pueden prepararse para ser útiles en esta vida y servir a Dios durante toda la eternidad. Los que son sinceros para la gloria de Dios desearán fervorosamente prepararse para un servicio especial; porque el amor de Cristo tendrá una influencia controladora sobre ellos. Este amor imparte una energía más que finita, y prepara a los seres humanos para realizaciones divinas. ECR 466.2