La Educación Cristiana

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Consecuencia de apartarse una vez de lo recto

Estas cosas son una repetición de la conducta de Aarón, quien al pie del Sinaí permitió un primer comienzo de mala conducta al dejar que penetrase en el campamento de Israel un espíritu de holgorio y de vulgaridad. Moisés estaba en el monte con Dios, y Aarón había quedado encargado del pueblo. Manifestó su debilidad al no mantenerse firmemente contra las propuestas del pueblo. Podría haber ejercido su autoridad para impedir que la congregación hiciese el mal, pero así como en su casa fracasó con sus hijos, demostró la misma administración deficiente en el manejo de Israel. Su debilidad como jefe se vió en su deseo de agradar al pueblo, aun sacrificando los principios. Perdió su poder de mandar al conceder el primer permiso que dejó al pueblo contrariar las órdenes de Dios en el menor detalle. Y como resultado, entró el espíritu de idolatría, y la corriente puesta en movimiento no pudo ser detenida hasta que se hubieron tomado medidas severas y decisivas. ECR 375.4

Se necesitó tiempo y mucho trabajo y pesar para borrar la influencia de lo sucedido en el colegio de Avondale en aquel miércoles de tarde. Pero el incidente fué una lección que ayudó a los encargados del colegio a comprender la tendencia de tales diversiones. ECR 376.1

¡Qué exhibición fué aquélla para que los alumnos informasen de ella a sus lejanos amigos y conocidos! Fué un testimonio que revelaba, no lo que Dios había realizado en el colegio, sino lo que Satanás había logrado. Grave es la consecuencia de una sola ocasión en que alguien se aparta así de la instrucción que Dios ha dado concerniente a nuestros colegios. Una vez quebrantadas las vallas, el progreso del enemigo será importante, a menos que el Señor humille los corazones y convierta las mentes. ECR 376.2

El esfuerzo para reconquistar lo que se perdió con las cosas que se hicieron en aquella tarde, costó a los profesores mucho trabajo. Fueron severamente probados. Entre los alumnos se mostró un deseo de más placeres, y menos consideración por la instrucción de la Palabra de Dios. El Señor del cielo quedó así deshonrado, y la complacencia de los deseos del corazón humano en el pecado y en el amor al placer, fué la educación recibida. ECR 376.3

Gobiérnense los que están educando a los jóvenes de acuerdo con los elevados y santos principios que Cristo ha expuesto en su Palabra. Recuerden que, hasta donde sea posible, tienen que reconquistar el terreno perdido, y que han de introducir en nuestras escuelas la espiritualidad que reinaba en las escuelas de los profetas. ECR 377.1