La Educación Cristiana

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El trabajo industrial

Al establecer nuestros colegios fuera de las ciudades, daremos a los alumnos oportunidad de adiestrar tanto sus músculos para trabajar como el cerebro para pensar. Debe enseñárseles a plantar, a cosechar las mieses, a edificar, a ser obreros misioneros aceptables en los trabajos prácticos. Por su conocimiento de las industrias útiles, a menudo podrán quebrantar el prejuicio; a menudo podrán prestar tanto servicio que la verdad quedará recomendada por el conocimiento que posean. ECR 323.2

En nuestra escuela de Australia, educamos a nuestros jóvenes en estos ramos, mostrándoles que a fin de obtener una educación completa, deben dividir su tiempo entre la adquisición del saber de los libros y la obtención de un conocimiento del trabajo práctico. Parte del tiempo se dedicaba al trabajo manual. Así aprendían los alumnos a limpiar la tierra, a cultivar el suelo y a edificar casas; y estas actividades se realizaban mayormente durante el tiempo que de otra manera se habría dedicado a jugar y buscar diversiones. El Señor bendijo a los estudiantes que dedicaron sus horas a aprender lecciones de utilidad. Se me instruyó que dijese a los dirigentes y maestros de aquel colegio: ECR 323.3

“Diversas industrias deben instalarse en nuestros colegios.” La instrucción industrial debe incluir la teneduría de libros, la carpintería y todo lo que abarca la agricultura. Deben hacerse preparativos para enseñarse los trabajos de herrería, pintura, zapatería, arte culinario, panadería, lavandería, zurcidos, dactilografía e imprenta. Debe dedicarse a este trabajo de adiestramiento toda facultad de que disponemos, para que los alumnos puedan salir preparados para los deberes de la vida práctica. ECR 324.1

“Debe darse a los estudiantes una educación práctica en la agricultura.” Esto será de valor inestimable para muchos en sus trabajos futuros. El adiestramiento obtenido en derribar árboles y cultivar el suelo, así como en los ramos literarios, es la educación que nuestros jóvenes deben procurar. La agricultura dará recursos para el sostén propio. Otras actividades, adaptadas a diferentes estudiantes, pueden también llevarse a cabo. Pero el cultivo de la tierra impartirá una bendición especial a los obreros. Debemos preparar de tal manera a los jóvenes que se deleiten en el cultivo del suelo. ECR 324.2

“Debe ofrecérseles recursos por los cuales muchos puedan, mientras asisten a la escuela, aprender el oficio de carpintería. Bajo la dirección de obreros expertos, carpinteros aptos para enseñar, pacientes y bondadosos, debe enseñarse a los jóvenes a construir sólida y económicamente. Las viviendas y otros edificios esenciales para los diversos ramos de la obra escolar, deben ser erigidos por los mismos alumnos. Estos edificios no deben agruparse muy cerca los unos de los otros, ni construirse cerca de los edificios escolares propiamente dichos. En la dirección del trabajo escolar, tienen que formarse pequeños grupos a los cuales se les debe inculcar un amplio sentido de su responsabilidad. Todas estas cosas no pueden realizarse en seguida, pero podemos empezar a trabajar con fe”. ECR 324.3

Con adiestramiento práctico, los alumnos estarán preparados para ocupar puestos de utilidad en muchos lugares. Si en los campos que abre la providencia de Dios es necesario levantar una casa de reunión en alguna localidad, el Señor queda complacido si hay entre su propio pueblo personas a quienes haya dado sabiduría y habilidad para realizar el trabajo necesario. ECR 325.1

Hagan sus tareas con esmero los alumnos que se dedican a la edificación; y aprendan de estas tareas lecciones que les ayudarán en la edificación de su carácter. A fin de tener un carácter perfecto, deben hacer su trabajo tan perfectamente como sea posible. Dése a cada ramo de trabajo la estabilidad que significa la verdadera economía. Si en nuestras escuelas se cultivase más fielmente la tierra, y los alumnos cuidasen más desinteresadamente los edificios, desaparecería el amor por los deportes y las diversiones, que causa tanta perplejidad en nuestra obra escolar. ECR 325.2

En cuanto a las alumnas, son muchos los empleos que se les podría proveer para permitirles obtener una educación abarcante y práctica. Debe enseñárseles a hacer vestidos y a cuidar del jardín. Deben cultivar flores y plantar frutillas. Así mientras se están educando en el trabajo práctico, obtendrán saludable ejercicio al aire libre. ECR 325.3

Debe enseñarse la encuadernación y una variedad de otros oficios, que no sólo proveerán ejercicio físico, sino que impartirán conocimiento valioso. ECR 325.4

En todas nuestras escuelas debe haber quienes estén preparados para enseñar el arte culinario. Deben dictarse clases para impartir instrucción en esta materia. Los que se están preparando para servir, sufren una gran pérdida cuando no adquieren el conocimiento acerca de cómo preparar los alimentos para que sean a la vez sanos y apetitosos. ECR 325.5

La ciencia culinaria no es asunto de poca monta. La hábil preparación de los alimentos es una de las artes más esenciales. Debe ser considerada como entre las más valiosas de todas, por estar íntimamente relacionada con la vida. Tanto la fuerza física como la mental, dependen en gran medida del alimento que ingerimos; por lo tanto, la persona que prepara el alimento ocupa un puesto importante y elevado. ECR 325.6

Tanto a los jóvenes como a las señoritas se les debe enseñar a cocinar económicamente, y a abstenerse de toda carne. No se estimule de ninguna manera la preparación de platos que contengan carne; porque esto es regresar a la oscuridad y a la ignorancia de Egipto, más bien que dirigirse a la pureza de la reforma pro salud. ECR 326.1

Especialmente las mujeres deben aprender a cocinar. ¿Qué parte de la educación de una niña es tan importante como ésta? Cualesquiera que sean sus circunstancias en la vida, éste es un conocimiento que ella puede practicar. Es un ramo de ocupación que tiene una influencia muy directa sobre la salud y la felicidad. Hay religión práctica en un buen pan. ECR 326.2

La cultura en todos los puntos de la vida práctica hará a nuestros jóvenes útiles después que salgan de la escuela para ir a países extranjeros. No tendrán entonces que depender de las gentes a quienes vayan para que cocinen o cosan para ellos o les edifiquen casas. Ejercerán mayor influencia si demuestran que pueden enseñar a los ignorantes a trabajar de acuerdo a los mejores métodos y producir los mejores resultados. Se requerirán menos fondos para sostener a tales misioneros, debido a que el trabajo útil y práctico, combinado con sus estudios, les permitió dedicar al mejor uso posible sus facultades físicas. Esto será apreciado en los lugares donde sea difícil obtener recursos. Revelará que los misioneros pueden ser educadores y enseñar a trabajar. Y dondequiera que vayan, todo lo que hayan ganado en este sentido les permitirá destacarse. ECR 326.3