La Educación Cristiana

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Capítulo 45—La educación práctica

El trabajo manual útil es parte del plan del Evangelio. El gran Maestro, envuelto en la columna de nube, dió a Israel directivas para que a todo joven se le enseñase algún trabajo útil. Por lo tanto, era costumbre de los judíos, tanto de las clases más ricas como de las más pobres, enseñar a sus hijos e hijas algún oficio útil, para que si se presentaban circunstancias adversas, no tuviesen que depender de otros, sino que pudieran proveer a sus propias necesidades. Podían ser instruidos en los ramos literarios, pero debían también adiestrarse en algún oficio. Esto era considerado como parte indispensable de su educación. ECR 321.1

Ahora, como en los días de Israel, todo joven debe ser instruido en los deberes de la vida práctica. Cada uno debe adquirir cierto conocimiento de algún ramo manual por medio del cual, si fuera necesario, pudiera ganarse la vida. Esto es esencial, no sólo como una salvaguardia contra las vicisitudes de la vida, sino por su influencia sobre el desarrollo físico, mental y espiritual. Aun cuando fuese seguro que una persona no tendrá necesidad de recurrir al trabajo manual para su sustento, se le debiera enseñar a trabajar. Sin ejercicio físico, nadie puede tener una constitución sana y una salud vigorosa; y la disciplina del trabajo bien regulado, no es menos esencial para obtener un espíritu fuerte y activo que para adquirir un carácter noble. ECR 321.2

Los alumnos que han obtenido conocimientos de los libros sin adquirir un conocimiento del trabajo práctico no pueden aseverar que tienen una educación simétrica. Las energías que debieran haberse consagrado a los quehaceres de diversos ramos, se han descuidado. La educación no consiste en usar solamente el cerebro. El trabajo físico es parte también de la educación esencial para todo joven. Falta una fase importante de la educación si no se enseña al alumno a dedicarse a un trabajo útil. ECR 321.3

La sana ejercitación de todo el ser dará una educación amplia y abarcante. Todo estudiante debe dedicar una parte de cada día al trabajo activo. Así adquirirá hábitos de laboriosidad y se fomentará en él un espíritu de confianza propia, y al mismo tiempo estará a salvo de muchas prácticas malas y degradantes que son a menudo resultado de la ociosidad. Y todo esto está de acuerdo con el objeto primordial de la educación, porque al estimular la actividad, la diligencia y la pureza, nos ponemos en armonía con el Creador. ECR 322.1

El mayor beneficio no es el que se obtiene del ejercicio tomado como juego o simplemente como ejercicio. Se obtienen ciertos beneficios por estar al aire puro, y también por ejercitar los músculos; pero si la misma cantidad de energía se dedica a ejecutar un trabajo útil, el beneficio será mayor. Habrá contentamiento, porque ese ejercicio entraña un sentido de utilidad y la aprobación de la conciencia por un deber bien cumplido. ECR 322.2

Los alumnos deben salir de nuestros colegios dotados de eficiencia cabal, para que cuando dependan de sus propios recursos, tengan conocimientos que puedan usar, útiles para tener éxito en la vida. Es esencial el estudio diligente, pero también lo es el trabajo arduo y laborioso. El juego no es esencial. El dedicar las facultades físicas a la diversión no es lo más favorable para tener una mente bien equilibrada. Si el tiempo empleado en el ejercicio físico que paso a paso conduce al exceso, fuese dedicado a trabajar de acuerdo con los métodos de Cristo, la bendición de Dios descansaría sobre el obrero. La disciplina para la vida práctica que se obtiene del trabajo físico combinado con el esfuerzo mental, queda endulzada al reflexionar que ella hace a la mente y al cuerpo más idóneos para cumplir la obra que Dios requiere que los hombres hagan. Cuanto más perfectamente sepan los jóvenes cumplir los deberes de la vida práctica, tanto mayor será el gozo que tendrán día tras día por ser útiles a otros. La mente educada para disfrutar del trabajo provechoso se amplía; por la preparación y la disciplina se hace idónea para ser útil; porque adquiere el conocimiento esencial que permite a su poseedor beneficiar a otros. ECR 322.3

No puedo hallar en la vida de Cristo un ejemplo que muestre que dedicase tiempo al juego y a la diversión. El fué el gran educador para la vida presente y la futura; sin embargo, no he podido hallar un caso en que enseñara a sus discípulos a buscar diversiones para obtener ejercicio físico. El Redentor del mundo da a cada uno su obra y le ordena: “Negociad entre tanto que vengo”. Lucas 19:13. Al hacer esto, el corazón se entusiasma por la empresa. Todas las facultades del ser quedan alistadas en el esfuerzo por obedecer. Tenemos una vocación elevada y santa. Los maestros y los alumnos han de ser mayordomos de la gracia de Cristo, y deben ser siempre fervorosos. ECR 323.1