La Educación Cristiana

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La obra que nos espera

Necesitamos más maestros y más talento para educar a los alumnos en diversos sentidos, a fin de que muchos salgan de ese lugar dispuestos y preparados para comunicar a otros el conocimiento que han obtenido. Los jóvenes y niñas huérfanos han de encontrar aquí un hogar. Se han de levantar edificios para un hospital y debieran habilitarse embarcaciones para la comodidad de la escuela. Debiera emplearse a un competente administrador de la finca y también a hombres entendidos y enérgicos para actuar de directores en los diversos ramos industriales, hombres que hagan uso de sus talentos individuales para enseñar a los alumnos a trabajar. ECR 303.2

Vendrán a la escuela muchos jóvenes que desearán una preparación en ramos industriales. La enseñanza industrial debe incluir la contabilidad, la carpintería y todo lo que sea agricultura. Se debieran tomar medidas también para la enseñanza de trabajos de herrería, pintura, zapatería, cocina, panadería, lavandería, composturas, dactilografía e imprenta. Toda facultad que esté a nuestra disposición ha de ponerse a contribución en esta obra de preparación, a fin de que los alumnos salgan de la escuela equipados para los deberes de la vida práctica. ECR 303.3

Viviendas y construcciones esenciales para la obra de la escuela tienen que ser erigidas por los mismos alumnos, y no ser aglomeradas ni colocadas cerca de los edificios de la escuela propiamente dicha. Al dirigir este trabajo, se deben formar pequeños grupos, a los cuales, por medio de directores competentes, se enseñará a tener pleno sentido de su responsabilidad. Todas estas cosas no pueden llevarse a término de un golpe, pero debemos empezar a trabajar por fe. ECR 303.4