Cada Día con Dios

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A su sombra, 25 de mayo

Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo. Efesios 4:11, 12. CDCD 152.1

El Señor no ha calificado a ninguno de nosotros para que lleve solo la carga de la obra. Ha relacionado para que se reúnan hombres de criterios diferentes, a fin de que se aconsejen y se ayuden mutuamente. De esa manera la falta de experiencia y capacidad de uno es suplida por la experiencia y la capacidad del otro. Debiéramos estudiar cuidadosamente las instrucciones que se dan en Corintios y Efesios con respecto a nuestra relación mutua como miembros del cuerpo de Cristo... CDCD 152.2

En tu obra, Edson, debes tener en cuenta la relación que cada obrero tiene con los otros obreros vinculados con la causa de Dios. Debes recordar que los otros, tanto como tú mismo, tienen una tarea que cumplir en relación con esta causa. No deberías cerrar tu mente al consejo de los demás. En tus planes para el progreso de la obra, tu mente debe amalgamarse con la de otros... CDCD 152.3

Estamos relacionados con el servicio y la causa de Dios, y debemos comprender individualmente que formamos parte de un gran todo. Debemos buscar sabiduría de Dios, para aprender lo que significa tener un espíritu alerta y vigilante, y acudir al Salvador cuando estamos cansados y deprimidos. Confía en Dios, no sólo en el juicio del hombre. CDCD 152.4

Debes aprender a dejar de lado tu voluntad y tu manera de ver las cosas, y recibir luz de aquellos a quienes Dios ha hecho sus ayudantes y ha designado como tus colaboradores. Acude a Cristo para recibir alivio. Aférrate de él. Persevera lo suficiente como para someter tu voluntad a la de Dios. Muchos están demasiado apurados para orar. Con pasos apresurados avanzan a la sombra de la amante presencia de Cristo, para detenerse tal vez unos pocos momentos en el sagrado recinto, pero sin esperar su consejo... CDCD 152.5

Concentra tus pensamientos en el Salvador. Apártate del bullicio del mundo y siéntate a la sombra de Cristo. Tienes que hacerlo para recibir las ricas bendiciones que espera concederte. Dedica tus pensamientos a cosas elevadas y santas. Entonces, en medio de la actividad del trabajo y el conflicto diario, se renovará tu fortaleza espiritual.—Carta 80, del 25 de mayo de 1902, dirigida a Edson White, que en ese entonces estaba dedicado a trabajar entre la gente de color de los estados del sur. CDCD 152.6