Consejos para la Iglesia

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No es natural amar el estudio de la Biblia

Tanto los ancianos como los jóvenes descuidan la Biblia. No hacen de ella su estudio, la regla de su vida. Especialmente los jóvenes son culpables de tal negligencia. La mayoría de ellos hallan tiempo para leer otros libros, pero no estudian diariamente el Libro que señala el camino hacia la vida eterna. Leen atentamente las historias inútiles, mientras que descuidan la Biblia. Este libro es el Guía que nos lleva a una vida más elevada y más santa. Los jóvenes declararían que es el libro más interesante que leyeron alguna vez, si su imaginación no hubiese quedado pervertida por la lectura de historias ficticias.10 CPI 158.2

Como pueblo que ha tenido gran luz, debemos ejercer una influencia elevadora en nuestros hábitos, en nuestras palabras, en nuestra vida doméstica y amistades. Dad a la Palabra un puesto de honor como guía en el hogar. Considéresela como el consejero en cada dificultad, la norma en cada práctica. ¿Estarán convencidos mis hermanos y hermanas de que no puede haber nunca verdadera prosperidad en ninguna alma del círculo familiar a menos que presida la verdad de Dios, la sabiduría de la rectitud? Los padres y madres deberían hacer todo esfuerzo posible para elevar su mente del hábito perezoso de considerar como una carga el servicio de Dios. El poder de la verdad debe ser un agente santificador en el hogar.11 CPI 158.3

En sus tiernos años han de enseñarse a los niños las demandas de la ley de Dios y la fe en Jesús nuestro Redentor para limpiar de las manchas del pecado. Esta fe debe ser enseñada día tras día, por precepto y ejemplo.12 CPI 159.1