Consejos para la Iglesia

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El poder de la madre para el bien

La esfera de la madre puede ser humilde; pero su influencia, unida a la del padre, es tan perdurable como la eternidad. Después de Dios, el poder de la madre en favor del bien es el más fuerte que se conozca en la tierra. CPI 257.3

Una madre cristiana estará siempre bien despierta para discernir los peligros que rodean a sus hijos. Mantendrá su alma en una atmósfera pura y santa; regirá su genio y sus principios por la palabra de Dios y, haciendo fielmente su deber, vivirá por encima de las mezquinas tentaciones que siempre la asaltarán. CPI 257.4

Los niños tienen la percepción rápida, y disciernen los tonos pacientes y amorosos en contraste con las órdenes impacientes y apasionadas, que desecan el raudal del amor y del afecto en los corazones infantiles. La verdadera madre cristiana no ahuyentará a sus hijos de su presencia por su irritación y falta de amor y simpatía. CPI 258.1

Madres, despertad y reconoced que vuestra influencia y vuestro ejemplo afectan el carácter y el destino de vuestros hijos; y en vista de vuestra responsabilidad, desarrollad una mente bien equilibrada y un carácter puro, que reflejen tan sólo lo verdadero, lo bueno y lo bello. CPI 258.2

Muchísimos esposos e hijos que no encuentran motivo alguno de atracción en la casa y de continuo son saludados con regaños y murmuraciones, buscan consuelo y diversión lejos del hogar, en la taberna u otros lugares de placer prohibido. A menudo la esposa y madre, ocupada con los cuidados de la casa se olvida de las pequeñas cortesías que harían del hogar un sitio agradable para el esposo y los hijos, aun cuando en presencia de ellos no se queja mucho de sus vejámenes y dificultades peculiares. Mientras ella está ocupada en la preparación de algo que comer o de alguna prenda de vestir, el esposo y los hijos entran y salen como extraños. CPI 258.3

Si las madres se permiten llevar vestidos desaseados en la casa, enseñan a sus hijos a seguir por el mismo camino del desaliño. Muchas madres piensan que en la casa cualquier ropa es bastante buena, por sucia y desaliñada que esté. Pero pronto pierden su influencia en la familia. Los hijos comparan el vestido de la madre con el de quienes visten con aseo, y se debilita el respeto que le tienen.2 CPI 258.4

La esposa y madre fiel cumplirá sus deberes con dignidad y buen ánimo; no considerará que sea degradante hacer con sus propias manos cuanto sea necesario hacer en una casa bien ordenada.3 CPI 259.1