Consejos para la Iglesia

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Conducta inapropiada

Jugar con los corazones es un crimen no pequeño a la vista de un Dios santo. Y sin embargo hay quienes manifiestan preferencia por ciertas jóvenes y conquistan sus afectos, luego siguen su camino y se olvidan por completo de las palabras que pronunciaron y de sus efectos. Otro semblante los atrae, repiten las mismas palabras y dedican a otra persona las mismas atenciones. CPI 213.1

Esta disposición seguirá revelándose en su vida de casados. La relación matrimonial no vuelve siempre firme el ánimo veleidoso ni da constancia a los vacilantes ni los hace fieles a los buenos principios. Los tales se cansan de la constancia, y sus pensamientos profanos se revelarán en actos profanos. ¡Cuán esencial es, por lo tanto, que los jóvenes ciñan los lomos de su entendimiento y sean precavidos en su conducta a fin de que Satanás no pueda seducirlos y desviarlos de la integridad! CPI 213.2

Un joven que se complace en la compañía de una señorita y conquista su amistad a espaldas de sus padres no desempeña un papel noble ni cristiano para con ella ni para con sus padres. Puede ser que mediante comunicaciones y citas secretas llegue a influir en el ánimo de ella, pero al hacerlo no manifiesta la nobleza e integridad de alma que ha de poseer todo hijo de Dios. Para lograr sus fines, los tales desempeñan un papel carente de franqueza, que no concuerda con las normas de la Biblia, y demuestran que no son fieles a quienes los aman y procuran ser sus leales guardianes. Los casamientos contraídos bajo tales influencias no concuerdan con la Palabra de Dios. El que quiso desviar de su deber a una hija y confundir sus ideas acerca de las claras y positivas órdenes divinas en cuanto a amar y honrar a sus padres, no es persona que quedaría fiel a sus obligaciones matrimoniales. CPI 213.3

“No hurtarás”, fue escrito por el dedo de Dios en las tablas de piedra, y sin embargo ¡cuántas veces se práctica y disculpa el hurto solapado de los afectos! Se persiste en un galanteo engañoso y en un intercambio de comunicaciones secretas hasta que los afectos de un ser inexperto, que no sabe en qué puede resultar todo esto, se retraen en cierta medida de sus padres y se fijan en quien, por su misma conducta, se demuestra indigno de su amor. La Biblia condena toda suerte de improbidad. CPI 214.1

En esto cometen terribles errores aun personas que se dicen cristianas, cuya vida se distingue por su integridad, y que parecen sensatas en todo otro asunto. Revelan una voluntad obstinada que ningún razonamiento puede cambiar. Se quedan tan fascinados por sentimientos e impulsos humanos que no tienen deseo de escudriñar la Biblia ni de estrechar su relación con Dios. CPI 214.2

Cuando se ha violado un mandamiento del Decálogo, es casi seguro que se darán otros pasos hacia abajo. Una vez eliminadas las vallas de la modestia femenina, la licencia más vil no parece excesivamente pecaminosa. ¡Ay¡ ¡Cuán terribles resultados de la influencia de la mujer para el mal pueden testificarse en el mundo hoy! Las seducciones de las “extrañas” encierran a miles en celdas de cárcel, muchos se quitan la vida y otros tronchan vidas ajenas. ¡Cuán ciertas son las palabras inspiradas: “Sus pies [los de la extraña] descienden a la muerte; sus pasos conducen al sepulcro”! CPI 214.3

Se han colocado faros de advertencia a cada lado del camino de la vida para impedir que los hombres se acerquen al terreno peligroso y prohibido; pero, a pesar de esto, son muchedumbres los que eligen la senda fatal, contra los dictados de la razón, sin tener en cuenta la ley de Dios, y en abierto desafío de su venganza. CPI 215.1

Los que quieran conservar la salud física, un intelecto vigoroso y una moral sana deben escuchar la orden: “Huye... de las pasiones juveniles”. Los que quieren hacer esfuerzos celosos y decididos para detener la maldad que alza en nuestro medio su atrevida y presuntuosa cabeza son odiados y calumniados por todos los obradores de maldad, pero serán honrados y recompensados por Dios.5 CPI 215.2