Consejos Sobre el Régimen Alimenticio

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El niño

340. El mejor alimento para el niño es el que suministra la naturaleza. No debe privárselo de él sin necesidad. Es muy cruel que la madre, por causa de las conveniencias y los placeres sociales, procure libertarse del desempeño de su ministerio materno de amamantar a su pequeñuelo. CRA 266.3

La madre que consiente que otra mujer nutra a su hijo debe considerar cuáles puedan ser los resultados. La nodriza comunica hasta cierto punto su propio temperamento y genio al niño a quien amamanta.—El Ministerio de Curación, 297 (1905). CRA 266.4

341. A fin de guardar paso con la moda, la naturaleza ha sido maltratada, en vez de ser consultada. A veces las madres dependen de una persona mercenaria, o es necesario sustituir el pecho materno por la mamadera. Y uno de los deberes más delicados y agradables que la madre puede cumplir para su hijito necesitado, quien amalgama la vida materna con la suya, y quien despierta los sentimientos más tiernos en el corazón de la mujer, es sacrificado en el altar de las locuras fratricidas de la moda. CRA 267.1

Hay madres que sacrifican sus deberes maternos de amamantar a sus hijos simplemente porque les causa demasiada molestia estar limitadas por sus vástagos, que son el fruto de su propio cuerpo. El salón de baile y las escenas de placer excitante han ejercido una influencia paralizadora de las sensibilidades del alma. Esto ha sido más atrayente para la madre amante de las modas que sus deberes maternales hacia sus niños. Puede ser que confíe sus hijos al cuidado de una persona asalariada, para que ejecute los deberes que le corresponden a ella solamente. Sus falsos hábitos hacen que los deberes necesarios y cuyo cumplimiento debiera serle un placer, le resulten desagradables, porque el cuidado de sus niños estorba las exigencias de la vida social. Una persona extraña cumple los deberes de la madre, y da de su pecho el alimento para sostenerle la vida. CRA 267.2

Y esto no es todo. Ella también imparte su mal genio al niño lactante. La vida del niño está vinculada con la de ella. Si la persona asalariada es de un carácter tosco, apasionado e irrazonable; si no es cuidadosa en lo moral, es muy probable que el niño sea igual o muy parecido. La misma calidad de sangre que corre por las venas de la nodriza correrá también por las venas del niño. Las madres que arrancan a sus hijos de sus brazos maternos, y rehusan cumplir sus deberes maternales, por serles una carga que difícilmente pueden cumplir, porque dedican su tiempo a la moda, son indignas del nombre de madre. Ellas degradan el noble instinto y los atributos sagrados de la mujer, y prefieren ser mariposas de los placeres mundanos, teniendo menos sentido de su responsabilidad hacia su posteridad que las bestias. Muchas madres reemplazan el pecho por la mamadera. Esto es necesario porque no tienen alimento para sus hijos. Pero en nueve casos de cada diez los métodos de vestir y de comer que adquirieron en su juventud las han incapacitado para cumplir los deberes que la naturaleza les ha asignado... CRA 267.3

Siempre me ha parecido un asunto de frialdad despiadada el hecho de que las madres que pueden amamantar a sus niños los entreguen al biberón. En este caso es sumamente necesario obtener la leche de una vaca sana y cuidar de que la mamadera y la leche estén en perfecto estado higiénico. Este detalle es frecuentemente descuidado y como resultado el niño sufre sin necesidad. Se pueden presentar casos de afección intestinal y estomacal, y el pobre niño enferma, aun cuando era sano al nacer. CRA 268.1

[How to Live, 39, 40.]—Mensajes Selectos 2:496, 497 (1865). CRA 268.2

342. El período durante el cual los niños reciben su alimentación de la madre es decisivo. Muchas madres, mientras amamantaban a sus hijos, se han visto obligadas a trabajar en exceso y a afiebrar su sangre en la cocina; y esto ha afectado seriamente al lactante, no sólo mediante un alimento afiebrado del pecho materno; también su sangre ha sido envenenada por el régimen alimenticio perjudicial de la madre que ha afiebrado todo su organismo y por lo tanto ha afectado el alimento que recibe el niño. El niño también será afectado por el estado mental de la madre. Si ella se siente infeliz, si se altera fácilmente, si es irritable y si tiene arranques de ira, el alimento que el niño recibe de su madre estará inflamado, y con frecuencia producirá cólicos y espasmos, y en algunos casos provocará convulsiones y accesos. CRA 268.3

También el carácter del niño es afectado en mayor o menor grado por la naturaleza del alimento que recibe de la madre. Cuán importante es entonces que la madre, mientras alimenta al hijo, mantenga un estado de felicidad mental y controle perfectamente su espíritu. Al hacer esto no perjudicará el alimento del niño, y el trato calmado y sereno que la madre dará a su hijo contribuirá en gran medida a modelar su mente. Si el hijo es nervioso y se altera fácilmente, los modales cuidadosos y calmos de la madre ejercerán una influencia sedante y correctora, y la salud del niño podrá mejorar notablemente.—The Health Reformer, septiembre de 1871. CRA 269.1