Joyas de los Testimonios 1

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Debe esperarse oposición

Los hijos de Dios están procurando reparar la brecha que ha sido hecha en la ley de Dios. “Y edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.” Isaías 58:12-14. 1JT 433.1

Esto perturba a los enemigos de nuestra fe, y ellos emplean todos los medios de que disponen para estorbarnos en nuestra obra. Sin embargo, la muralla derribada se va levantando con firmeza. Se está amonestando al mundo, y muchos ya se apartan de la costumbre de pisotear el sábado de Jehová. Dios acompaña esta obra y el hombre no puede detenerla. Los ángeles de Dios cooperan con los esfuerzos de sus siervos fieles, y la obra progresa constantemente. Encontraremos oposición de toda clase, como la encontraron los que edificaban las murallas de Jerusalén; pero si velamos, oramos y trabajamos como ellos lo hicieron, Dios peleará nuestras batallas y nos dará preciosas victorias. 1JT 433.2

Nehemías “se llegó a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés. Y Jehová fué con él.” 2 Reyes 18:6, 7. Le enviaron repetidas veces mensajeros para solicitar un parlamento, pero él se negó a recibirlos. Los enemigos hicieron audaces amenazas con respecto a lo que se proponían hacer, y mandaron mensajeros a arengar al pueblo que se dedicaba a la obra de reconstrucción. Estos mensajeros presentaron incentivos halagadores y prometieron a los constructores dejarlos libres de restricciones y concederles maravillosos privilegios, si unían sus intereses a los suyos y dejaban su labor de construcción. 1JT 433.3

Pero se dió al pueblo la orden de no entrar en controversia con sus enemigos y de no contestarles, a fin de no darles la ventaja de las palabras. Los enemigos recurrieron a las amenazas y al ridículo. Dijeron: “Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra derribará su muro de piedra.” Sanballat “encolerizóse y enojóse en gran manera, e hizo escarnio de los Judíos.” Nehemías oró así: “Oye, oh Dios nuestro, que somos en menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza.” 1JT 434.1

“Y enviéles mensajeros, diciendo: Yo hago una grande obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros. Y enviaron a mí con el mismo asunto por cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera. Envió entonces Sanballat a mí su criado, a decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano.” Nehemías 4:3, 4; 6:3-5. 1JT 434.2