Joyas de los Testimonios 2

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La observancia escrupulosa del sábado

Dios sacó a su pueblo Israel de Egipto para que pudiese guardar su sábado, y les dió indicaciones especiales acerca de cómo observarlo. Los diez preceptos pronunciados por su voz en el Sinaí y las instrucciones dadas a Moisés fueron registrados para beneficio de todos los que hubiesen de vivir en la tierra hasta el fin del tiempo. Dios ha dado al hombre seis días en que trabajar, pero se ha reservado el séptimo y ha pronunciado una bendición sobre quienes lo santifiquen. 2JT 184.2

El día anterior al sábado debe ser hecho día de preparación, a fin de que todo esté listo para sus horas sagradas. “Lo que hubiereis de cocer, cocedlo hoy, y lo que hubiereis de cocinar, cocinadlo.” “Mañana es el santo sábado, el reposo de Jehová.” Éxodo 16:23. 2JT 184.3

La misericordia divina ha indicado que se debe cuidar a los enfermos y dolientes; el trabajo requerido para que estén cómodos es una obra necesaria, y no una violación del sábado. Debe evitarse todo trabajo innecesario. Muchos postergan negligentemente hasta el comienzo del sábado cosas pequeñas que debieran hacerse en el día de preparación. Esto no debe ser. Cualquier trabajo que sea descuidado hasta el comienzo del tiempo sagrado debe permanecer sin hacerse hasta que haya pasado el sábado. 2JT 184.4

Debe velarse sobre las palabras y los pensamientos. Los que hablan de asuntos comerciales y hacen planes en sábado, son considerados por Dios como si se hubiesen dedicado realmente a efectuar los negocios. Para santificar el sábado, no debemos permitir siquiera a nuestra mente que se espacie en cosas de carácter mundano. 2JT 185.1

Se hace generalmente del domingo un día de banquete y búsqueda de placer; pero el Señor quiere que su pueblo dé al mundo un ejemplo más elevado y santo. En el sábado debe haber una solemne dedicación de la familia a Dios. El mandamiento incluye a todos los que están dentro de nuestras puertas; todos los que viven en la casa deben poner a un lado sus quehaceres mundanos, y dedicar las horas sagradas a la devoción. Únanse todos en servir alegremente a Dios en ese santo día. 2JT 185.2