Joyas de los Testimonios 2

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Hemos de representar el carácter de Dios

Somos llamados a representar ante el mundo el carácter de Dios tal como fué revelado a Moisés. En respuesta a la oración de Moisés: “Ruégote que me muestres tu gloria,” el Señor prometió: “Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro.” “Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: Jehová, Jehová, fuerte, misericordioso, y piadoso; tardo para la ira, y grande en benignidad y verdad; que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado.” Éxodo 33:18, 19; 34:6, 7. Tal es el fruto que Dios desea de su pueblo. Por la pureza de su carácter y la santidad de su vida, por su misericordia y amor compasivo, han de demostrar que la “ley de Jehová es perfecta, que vuelve el alma.” Salmos 19:7. 2JT 478.3

El propósito de Dios para sus instituciones hoy puede leerse también en el propósito que trató de realizar mediante la nación judía. Quería impartir ricas bendiciones a todos los pueblos por medio de Israel. Así quería preparar el camino para la difusión de su luz en el mundo entero. Al seguir costumbres corruptas, las naciones del mundo habían perdido el conocimiento de Dios. Sin embargo, en su misericordia Dios no quería raerlas de la existencia. Se proponía darles oportunidad de conocerle por medio de su iglesia. Quería que los principios revelados por su pueblo fuesen el medio de restaurar en el hombre la imagen moral de Dios. 2JT 479.1

Cristo era su instructor. Así como los acompañó en el desierto y mientras se establecían en la tierra prometida, iba a ser su Maestro y Guía. En el tabernáculo y el templo, su gloria moraba en una santa manifestación sobre el propiciatorio. Manifestaba constantemente en su favor las riquezas de su amor y paciencia. 2JT 479.2

Dios deseaba hacer de su pueblo Israel una alabanza y una gloria. Le dió toda ventaja espiritual. No privó a sus hijos de nada que favoreciese la formación del carácter que los haría representantes suyos. 2JT 479.3

La obediencia a las leyes de Dios iba a hacer de ellos maravillas de prosperidad entre las naciones del mundo. El que podía darles sabiduría y habilidad en todo trabajo y arte, continuaría siendo su Maestro, y los ennoblecería y elevaría por medio de la obediencia a sus leyes. Si eran obedientes, los preservaría de las enfermedades que afligían a otras naciones, y serían bendecidos con vigor intelectual. La gloria de Dios, su majestad y poder, habían de revelarse en toda su prosperidad. Habían de ser un reino de sacerdotes y príncipes. El Señor les proporcionó toda facilidad para que llegasen a ser la mayor nación de la tierra. 2JT 479.4

De la manera más definida, les presentó su propósito por medio de Moisés y les dió a conocer los términos de su prosperidad. “Porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios—dijo:—Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la haz de la tierra.... Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones.... Y será que, por haber oído estos derechos, y guardado y puéstolos por obra, Jehová tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia que juró a tus padres; y te amará, y te bendecirá, y te multiplicará.... Bendito serás más que todos los pueblos.” Deuteronomio 7:6-14. 2JT 480.1

“A Jehová has ensalzado hoy para que te sea por Dios, y para andar en sus caminos, y para guardar sus estatutos y sus mandamientos y sus derechos, y para oír su voz: y Jehová te ha ensalzado hoy para que le seas su peculiar pueblo, como él te lo ha dicho, y para que guardes todos sus mandamientos; y para ponerte alto sobre todas las gentes que hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha dicho.” Deuteronomio 26:17-19. 2JT 480.2