Joyas de los Testimonios 2

178/280

El trabajo en favor de las clases superiores*

Tenemos una obra que hacer en favor de los ministros de las otras iglesias. Dios quiere que se salven. Ellos, como nosotros, pueden obtener la inmortalidad únicamente por la fe y la obediencia. Debemos trabajar por ellos con fervor para que la obtengan. Dios quiere que tengan una parte en su obra especial para este tiempo. Quiere que estén entre aquellos que han de dar a su familia alimento a su tiempo. ¿Por qué no se habrían de dedicar a esta obra? 2JT 386.1

Nuestros ministros deben procurar acercarse a los ministros de otras denominaciones. Oren por estos hombres y con ellos, pues Cristo intercede por ellos. Tienen una solemne responsabilidad. Como mensajeros de Cristo, debemos manifestar profundo y ferviente interés en estos pastores del rebaño. 2JT 386.2

La invitación que se ha de dar en “las salidas de los caminos” (Mateo 22:9), debe proclamarse a todos los que tienen una parte activa en la obra del mundo, a los maestros y dirigentes del pueblo. Los que llevan pesadas responsabilidades en la vida pública, los médicos y maestros, los abogados y los jueces, los funcionarios públicos y los hombres de negocios, deben oír el mensaje claro y distinto. “¿Qué aprovechará al hombre, si granjeare todo el mundo, y pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37. 2JT 386.3

Hablamos y escribimos mucho acerca de los pobres a quienes se descuida. ¿No debiéramos llamar también la atención a los ricos a quienes se descuida? Muchos consideran a esta clase como sin esperanza, y poco hacen para abrir los ojos de aquellos que, enceguecidos y deslumbrados por el poder de Satanás, ya no tienen la eternidad en cuenta. Miles de hombres ricos han bajado a la tumba sin ser amonestados, porque se les juzgó por la apariencia y se los pasó por alto como casos sin esperanza. Pero, por indiferentes que parezcan, se me ha mostrado que muchos miembros de esta clase sienten preocupaciones en su alma. Hay miles de ricos que sienten hambre de alimento espiritual. Muchos de los que ocupan cargos oficiales sienten su necesidad de algo que no poseen. Pocos de entre ellos van a la iglesia; porque no les parece que reciban beneficio. La enseñanza que oyen no conmueve el alma. ¿No haremos un esfuerzo personal en su favor? 2JT 386.4

Algunos preguntarán: ¿No podemos alcanzarlos con las publicaciones? Son muchos aquellos a quienes no se puede alcanzar de esta manera. Lo que necesitan es un esfuerzo personal. ¿Habrán de perecer sin advertencia especial? No era así en los tiempos antiguos. Los siervos de Dios eran enviados a decir a los que ocupaban cargos elevados que podían hallar paz y descanso solamente en el Señor Jesucristo. 2JT 387.1

La Majestad del cielo vino a nuestro mundo para salvar a la humanidad perdida y caída. Sus esfuerzos incluían no solamente a los parias, sino también a los que ocupaban puestos de alto honor. El trabajó inteligentemente para tener acceso a las almas de las clases superiores que no conocían a Dios y no guardaban sus mandamientos. 2JT 387.2

La misma obra se continuó después de la ascensión de Cristo. Mi corazón se enternece mucho al leer el interés manifestado por el Señor en Cornelio. Este era hombre de alta posición, oficial del ejército romano, pero seguía estrictamente toda la luz que había recibido. El Señor le mandó un mensaje especial del cielo, y en otro mensaje indicó a Pedro que le visitara y le diese luz. Debiera proporcionarnos gran estímulo en nuestra obra el pensar en la compasión y el tierno amor de Dios hacia aquellos que están buscando luz y orando por ella. 2JT 387.3

Muchos me han sido representados como Cornelio, es decir hombres a quienes Dios desea relacionar con su iglesia. Sus simpatías acompañan al pueblo que observa los mandamientos del Señor. Pero son retenidos firmemente por los vínculos que los atan al mundo. No tienen el valor moral de colocarse con los humildes. Debemos hacer esfuerzos especiales por estas almas, pues en vista de sus responsabilidades y tentaciones requieren un trabajo especial. 2JT 387.4

Por la luz que se me ha dado sé que un claro “Así dice Jehová” debe dirigirse ahora a los hombres que tienen influencia y autoridad en el mundo. Son administradores a quienes Dios ha confiado cometidos importantes. Si quieren aceptar su invitación, Dios los empleará en su causa. ... 2JT 388.1

Algunos tienen idoneidad especial para trabajar en favor de las clases superiores. Los tales deben buscar diariamente al Señor y dedicar estudio a cómo alcanzar estas personas, no para conocerlas simplemente, en forma casual, sino para conquistarlas por esfuerzo personal y fe viva, manifestando profundo amor por sus almas y verdadera preocupación porque tengan un conocimiento de la verdad tal cual se la halla en la Palabra de Dios. 2JT 388.2