Joyas de los Testimonios 2

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La obra para este tiempo*

Estamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Las profecías se están cumpliendo. La historia, extraña y llena de sucesos, está registrándose en los libros del cielo. Todo en nuestro mundo está en agitación. Hay guerras y rumores de guerras. Las naciones están airadas, y ha llegado el tiempo en que deben ser juzgados los muertos. Los acontecimientos están cambiando para traer el día de Dios, que se apresura grandemente. Queda, por así decirlo, solamente un momento de tiempo. Pero aunque ya se levanta nación contra nación, y reino contra reino, no hay todavía conflagración general. Todavía los cuatro vientos son retenidos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entonces las potencias de la tierra ordenarán sus fuerzas para la última gran batalla. 2JT 369.1

Satanás está haciendo activamente sus planes para el postrer gran conflicto, en el que todos tomarán posiciones. Después que el Evangelio se ha venido proclamando en el mundo durante casi dos mil años, Satanás presenta todavía a los hombres y mujeres la misma escena que presentó a Cristo. En forma prodigiosa, despliega ante ellos los reinos de este mundo en su gloria. Los promete a todos los que quieran postrarse y adorarle. Así trata de poner a los hombres bajo su dominio. 2JT 369.2

Satanás está obrando con suma intensidad para presentarse como Dios, y para destruir a todos los que se oponen a su poder. Y hoy el mundo se está postrando delante de él. Se recibe su poder como poder de Dios. Se está cumpliendo la profecía del Apocalipsis, de que “se maravilló toda la tierra en pos de la bestia.” Apocalipsis 13:3. 2JT 369.3

En su ceguera, los hombres se jactan de haber alcanzado maravillosos progresos e ilustración; pero su culpabilidad y depravación interior son manifiestas para el ojo de la Omnisciencia. Los vigilantes celestiales ven la tierra llena de violencia y crimen. Se obtienen riquezas robando de toda manera posible, no sólo a los hombres sino también a Dios. Los hombres emplean sus recursos para satisfacer su egoísmo. Usan todo lo que pueden obtener para servir a su codicia. La avaricia y la sensualidad prevalecen. Los hombres aprecian los atributos del primer gran engañador. Le han aceptado como Dios y se han compenetrado de su espíritu. 2JT 369.4

Pero la nube de la ira justiciera los cubre y encierra los elementos que destruyeron a Sodoma. En las visiones de las cosas venideras, el profeta Juan contempló esta escena. Le fué revelada esta adoración del demonio, y le pareció como que todo el mundo estuviese al borde de la perdición. Pero mientras miraba con intenso interés, contempló la compañía del pueblo que guarda los mandamientos de Dios. Tenían sobre sus frentes el sello del Dios vivo, y dijo: “Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús. Y oí una voz del cielo que me decía: Escribe: Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que descansarán de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen. Y miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del hombre, que tenía en su cabeza una corona de oro, y en su mano una hoz aguda. Y otro ángel salió del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube echó su hoz sobre la tierra, y la tierra fué segada. Y salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas. Y el ángel echó su hoz aguda en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó la uva en el grande lagar de la ira de Dios.” Apocalipsis 14:12-19. 2JT 370.1

Cuando la tempestad de la ira de Dios estalle sobre el mundo, será una terrible revelación para las almas descubrir que su casa es arrasada, porque fué construída sobre la arena. Déseles la amonestación antes que sea demasiado tarde. Debiéramos sentir ahora la responsabilidad de trabajar con intenso fervor en impartir a otros las verdades que Dios ha dado para este tiempo. No podemos excedernos en nuestro fervor. 2JT 371.1

El corazón de Dios está conmovido. Las almas son muy preciosas a su vista. Cristo lloró en agonía por este mundo; fué crucificado para él. Dios dió a su Hijo unigénito para salvar a los pecadores, y desea que amemos a otros como él nos amó. Desea ver a aquellos que tienen el conocimiento de la verdad impartir este conocimiento a sus semejantes. 2JT 371.2