Joyas de los Testimonios 2

100/280

Elementos de éxito en la obra de Dios*

Los que son llamados por Dios a trabajar en palabra y doctrina, deben aprender siempre. Deben tratar constantemente de mejorar, para ser dechados de la grey de Dios y hacer bien a todos aquellos con quienes se relacionan. Los que no sienten la importancia del progreso y mejoramiento propio no crecerán en la gracia y el conocimiento de Cristo. 2JT 218.1

Todo el cielo está interesado en la obra que se está haciendo en este mundo, que ha de preparar hombres y mujeres para la vida futura e inmortal. Es el plan de Dios que los agentes humanos tengan el alto honor de actuar como colaboradores con Jesucristo en la salvación de las almas. La Palabra de Dios revela plenamente que es el privilegio del instrumento en esta gran obra sentir que hay a su diestra Uno que está listo para ayudarle en todo esfuerzo sincero para alcanzar la más sublime excelencia moral y espiritual en la obra del Maestro. Tal será el caso con todos los que sientan necesidad de ayuda. Deben considerar la obra de Dios como sagrada y santa, y deben traerle cada día ofrendas de gozo y gratitud, en pago del poder de su gracia que los capacita para progresar en la vida divina. El obrero debe tener humilde opinión de sí mismo y considerar las muchas oportunidades que perdió por falta de diligencia y aprecio de la obra. No debe desalentarse, sino renovar continuamente sus esfuerzos para redimir el tiempo. 2JT 218.2

Los hombres a quienes Dios eligió como ministros suyos deben prepararse para la obra mediante un escudriñamiento cabal del corazón y una íntima comunión con el Redentor del mundo. Si no tienen éxito en ganar almas para Cristo, es porque su propia alma no está en armonía con Dios. Hay demasiada ignorancia voluntaria en muchos de los que predican la Palabra. No están calificados para esta obra por un cabal entendimiento de las Escrituras. No sienten la importancia de la verdad para este tiempo, y por lo tanto la verdad no es para ellos una realidad viviente. Si humillasen sus almas delante de Dios; si anduviesen de acuerdo con las Escrituras con toda humildad de ánimo, entonces tendrían una visión más clara del Dechado que deben copiar; pero dejan de mantener sus ojos fijos en el Autor y Consumador de su fe. 2JT 218.3