Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Cómo prueba Dios a sus mayordomos

¡Cuánta propensión tiene el hombre a colocar sus afectos en las cosas terrenales! Su atención se concentra en sus casas y terrenos, y en esta forma descuida su deber hacia sus semejantes; su propia salvación es tratada como un asunto de poca importancia, y olvida los derechos que Dios tiene sobre él. Los hombres se aferran a las riquezas terrenales tan tenazmente como si pudieran conservarlas para siempre. Al parecer piensan que pueden utilizar sus recursos financieros en la forma como les plazca, independientemente de lo que el Señor ha ordenado y de las necesidades de su prójimo. CMC 118.2

Se olvidan que todo lo que reclaman como suyo tan sólo les ha sido confiado. Son mayordomos de la gracia de Dios. Dios les ha encomendado ese capital para probarlos, para que manifiesten su actitud hacia su causa y demuestren cuáles son sus pensamientos íntimos hacia él. No sólo están negociando para este tiempo, sino también para la eternidad, con el dinero de su Señor, y el uso o el abuso de su talento determinará su posición y cargo en el mundo venidero.—The Review and Herald, 14 de febrero de 1888. CMC 118.3