Consejos sobre Mayordomía Cristiana

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Las riquezas heredadas con frecuencia son una trampa

El dinero dejado a los hijos suele convertirse en una raíz de amargura. Estos con frecuencia se querellan a causa de los bienes que se les han dejado, y en el caso de que haya un testamento, difícilmente quedan satisfechos con las disposiciones del padre. Y esos bienes, en vez de despertar gratitud y reverencia por su memoria, crean insatisfacción, murmuraciones, envidia y falta de respeto. Los hermanos y las hermanas que vivían en paz unos con otros, algunas veces se malquistan y las disensiones familiares son a menudo el resultado de los recursos heredados. Las riquezas son deseables nada más que como medios para satisfacer las necesidades presentes, y para hacer bien a otros. Pero las riquezas heredadas con frecuencia se convierten en una trampa para el que las posee en vez de constituir una bendición para él. Los padres no deberían tratar de exponer a sus hijos a las tentaciones que les esperan cuando les dejan recursos financieros que éstos no han realizado ningún esfuerzo para ganar. CMC 345.1