Consejos Sobre la Salud

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Un carácter virtuoso

Los malos hábitos y las prácticas equivocadas están acarreando toda clase de enfermedades sobre los seres humanos. Que la educación sea el método para convencer a las personas inteligentes acerca de la pecaminosidad de abusar y degradar las facultades que Dios nos ha dado. Si la razón se vuelve inteligente, y la voluntad es colocada al lado del Señor, se producirá un notable mejoramiento en la salud física. Pero esto no se logrará nunca con la sola fuerza humana. Mediante la gracia de Cristo se harán esfuerzos decididos para renunciar a todas las prácticas y costumbres pecaminosas y para observar la temperancia en todas las cosas. Se debe tener presente la convicción de que es necesario arrepentirse por el pasado y buscar el perdón divino mediante el sacrificio expiatorio de Cristo. Estas cosas deben transformarse en una experiencia diaria; se debe observar una estricta vigilancia y una actitud constante de súplica para que Cristo mantenga cada uno de nuestros pensamientos sometidos a su voluntad; el alma debe recibir su poder regenerador para que, como seres responsables, podamos presentar nuestros cuerpos a Dios como un sacrificio vivo, santo y agradable, lo cual constituye nuestro servicio racional. CSI 505.1

¿Lograrán las personas que aseguran creer las verdades solemnes y sagradas que se nos han dado para este tiempo, despertar sus energías adormecidas y colocarse en el lugar donde sus almas puedan absorber cada rayo de luz que brilla en su camino? De cada persona que asegura creer las verdades avanzadas, Dios exige el ejercicio concienzudo de cada facultad con el fin de obtener conocimiento. Si hemos de contribuir a la elevación de las normas morales de cualquier país donde se nos pida servir, debemos comenzar por corregir los hábitos físicos de la gente. Un carácter virtuoso depende de la acción correcta de las facultades de la mente y el cuerpo. CSI 505.2