Consejos Sobre la Salud

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Se deben cultivar la compasión y la simpatía

En el Salvador se despertaban las simpatías más tiernas por la humanidad caída y doliente. Si usted se encuentra entre sus seguidores, debe cultivar la compasión y la simpatía. La indiferencia por las desgracias humanas debe ceder su lugar a un interés vivo por los sufrimientos de los demás. La viuda, el huérfano, el enfermo y el moribundo, siempre necesitarán ayuda. Esta es una oportunidad para proclamar el Evangelio: para poner en alto a Jesús, la esperanza y el consuelo de todos los seres humanos. Cuando el cuerpo sufriente ha recibido alivio, se abre el corazón y el bálsamo celestial se puede derramar en él. Si usted contempla a Jesús y de él obtiene conocimiento y fuerza y gracia, podrá impartir su consuelo a otros, porque el Consolador lo acompañará. CSI 502.1

Se van a encontrar con muchos prejuicios, una gran cantidad de celo falso y de piedad espuria; pero tanto en los campos nacionales como extranjeros descubrirán que Dios ha estado preparando a más corazones de los que pueden imaginar, para recibir la semilla de la verdad, y cuando les sea presentada, ellos darán gozosamente la bienvenida al mensaje divino. CSI 502.2

Hay muchos que sufren más por los males del alma que por las enfermedades del cuerpo, y no hallarán alivio hasta que acudan a Cristo, la fuente de la vida. La carga del pecado, con su desasosiego y sus deseos insatisfechos, es la causa fundamental de una gran cantidad de los males que sufren los pecadores. Cristo es el Poderoso Sanador del alma enferma de pecado. Estas almas pobres y afligidas necesitan tener un conocimiento más claro de Aquel cuyo conocimiento es vida eterna. Necesitan que se les enseñe paciente y bondadosamente, pero con diligencia, cómo abrir las ventanas del alma para que por ellas penetre la luz del amor divino. Entonces se terminarán las quejas de cansancio, soledad e insatisfacción. Una alegría saludable proporcionará vigor a la mente y energía vital al cuerpo. CSI 502.3