Consejos Sobre la Salud

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Fe y calma

Me fue mostrado que en caso de enfermedad, cuando está expedito el camino para ofrecer oración por el enfermo, el caso debe ser confiado al Señor con fe serena, y no con tempestuosa excitación. Sólo él conoce la vida pasada de la persona, y sabe cual será su futuro. El que conoce todos los corazones, sabe si la persona, en caso de sanarse, glorificaría su nombre o lo deshonraría por su apostasía. Todo lo que se nos pide que hagamos es que roguemos a Dios que sane al enfermo si esto está de acuerdo con su voluntad, creyendo que él oye las oraciones que presentamos y las oraciones fervientes que elevamos. Si el Señor ve que ello habrá de elevarlo, contestará nuestras oraciones. Pero no es correcto insistir en el restablecimiento sin someternos a su voluntad. CSI 374.3

Dios puede cumplir en cualquier momento lo que promete, y la obra que él ordena a su pueblo que haga puede realizarla por su medio. Si ellos quieren vivir de acuerdo a toda palabra que el pronunció, se cumplirán para ellos todas las buenas palabras y promesas. Pero si no prestan una obediencia perfecta, las grandes y preciosas promesas quedarán sin efecto. CSI 375.1

Todo lo que puede hacerse al orar por los enfermos es importunar fervientemente a Dios en su favor, y entregar en sus manos el asunto con perfecta confianza. Si miramos a la iniquidad y la conservamos en nuestro corazón, el Señor no nos oirá. El puede hacer lo que quiere con los suyos. El se glorificará por medio de aquellos que le sigan tan completamente que se sepa que es su Señor, que sus obras se realizan en Dios. CSI 375.2