Consejos para los Maestros

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Capítulo 70—La obtención de la eficiencia

El tercer ángel es representado como volando por en medio del cielo, para demostrar que el mensaje ha de ir por toda la longitud y anchura de la tierra. Es el mensaje más solemne que ha sido dado jamás a los mortales, y todos los que se proponen relacionarse con la obra deben sentir, en primer lugar, la necesidad de educarse y adquirir una preparación cabal. Es necesario hacer planes y esfuerzos para el perfeccionamiento de los que se proponen entrar en cualquier ramo de la obra. CM 486.1

La labor ministerial no debe ser confiada a jovencitos, ni la obra de dar estudios bíblicos a jovencitas, por el hecho de que ofrezcan sus servicios, y estén dispuestos a asumir puestos de responsabilidad, mientras carecen de experiencia religiosa, y les falta una educación y preparación cabales. Se los debe probar; porque a menos que desarrollen los principios firmes y concienzudos para ser todo lo que Dios quiere que sean, no representarán correctamente su causa. Todos los que están empeñados en la obra, y en cada misión, deben adquirir profunda experiencia. Los que son jóvenes en la obra deben ser ayudados por los que han tenido experiencia y comprenden la manera de trabajar. Las operaciones misioneras están constantemente estorbadas por falta de obreros de la debida clase mental, obreros que tengan devoción y piedad y que representen correctamente nuestra fe. CM 486.2

Son muchos los que debieran ser misioneros, pero que nunca entran en el campo porque los que alternan con ellos, en la iglesia o en nuestros colegios, no sienten la preocupación de trabajar por ellos, de presentarles los derechos que Dios tiene sobre sus facultades, y no oran por ellos ni con ellos. Transcurre el período trascendental que decide el curso de la vida, sus convicciones se ahogan, otras influencias e incentivos los atraen, arrastrándolos a las corrientes del mundo y a las tentaciones de buscar posiciones que, según ellos creen, les darán ganancia financiera. Estos jóvenes podrían haber sido salvados para la causa. CM 487.1

Nuestras escuelas han de ser escuelas preparatorias. Si salen de ellas hombres y mujeres aptos en cualquier sentido para el campo misionero, deben ser inducidos a comprender la grandeza de la obra; se ha de introducir en su experiencia diaria la piedad práctica, para que sean aptos para cualquier puesto de utilidad en la causa de Dios. CM 487.2