Consejos para los Maestros

217/279

Debe buscarse la dirección de Dios

Desde el primer momento en que abre un libro, el estudiante debe reconocer a Dios como al Dador de la verdadera sabiduría y procurar a cada paso el consejo divino. No debe hacerse arreglo alguno del cual Dios no pueda formar parte, ni establecer vínculo alguno que él no pueda aprobar. Desde el principio hasta el fin, el Autor de la sabiduría debe ser reconocido como el guía. Así el conocimiento obtenido de los libros será completado con una fe viva en el Dios infinito. CM 395.3

El estudiante no debe permitirse quedar ligado a ningún curso particular que requiera largos períodos, sino que debe ser guiado en tales asuntos por el Espíritu de Dios... CM 396.1

A nadie se le debe permitir que siga un curso de estudio que debilite su fe en la verdad o en el poder del Señor, o reduzca su respeto por una vida de santidad. Quisiera amonestar a los estudiantes que no den un paso en ese sentido, ni aun por consejo de sus instructores o de hombres que ocupan puestos de autoridad, a menos que primero hayan buscado a Dios individualmente, con el corazón abierto a las influencias del Espíritu Santo, y hayan obtenido su consejo acerca del curso de estudio que contemplan. Eliminad toda ambición profana. Poned a un lado todo deseo egoísta de distinguiros, llevad a Dios toda sugestión de los hombres, y confiad en la dirección de su Espíritu... CM 396.2

No os confiéis a la custodia de los hombres, sino decid: “El Señor es mi ayudador; buscaré su consejo; haré su voluntad”. Todas las ventajas de que gocéis no pueden resultar en bendición para vosotros, ni puede la educación más elevada prepararos para haceros conductos de luz, a menos que tengáis la cooperación del Espíritu divino. Nos resulta imposible recibir preparación de los hombres, sin la iluminación divina, como fue imposible para los dioses de Egipto librar a los que confiaban en ellos. CM 396.3

Los estudiantes no deben suponer que toda sugestión que se les haga para prolongar sus estudios está en armonía con el plan de Dios. Llevad toda sugestión al Señor en oración, y procurad su dirección, no una sola vez, sino repetidas veces. Interceded con él hasta que estéis convencidos de que el consejo es de Dios o del hombre... CM 396.4

El Señor dice: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”. Mateo 26:41. “Velad”, no sea que vuestros estudios alcancen tales proporciones y lleguen a seros de tan absorbente interés que vuestra mente esté recargada y desaparezca de vuestra alma el deseo de ser piadosos. Muchos estudiantes han perdido de vista el motivo y blanco que los indujo a entrar en la escuela, y una ambición profana de obtener una educación superior los ha inducido a sacrificar la verdad. Su intenso interés por obtener un puesto elevado entre los hombres los ha inducido a dejar fuera de sus cálculos la voluntad de su Padre celestial; pero el verdadero conocimiento conduce a una vida santa por la santificación de la verdad. CM 396.5

Con demasiada frecuencia, al acumularse los estudios, la sabiduría de lo alto ha recibido un lugar secundario, y cuanto más avanza el estudiante, menos confianza tiene en Dios. Considera el mucho saber como la misma esencia del éxito en la vida; pero si todos diesen la debida consideración a la declaración de Cristo: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5), harían planes diferentes. Sin los principios vitales de la verdadera religión, sin el conocimiento de cómo servir y glorificar al Redentor, la educación es más perjudicial que benéfica. Cuando la educación de origen humano llega a un extremo tal que hace desvanecer el amor de Dios en el corazón, descuidar la oración y dejar de cultivar los atributos espirituales, es completamente desastrosa. Sería mucho mejor dejar de procurar la mejor educación y hacer recobrar al alma de su condición languideciente, que perder de vista las ventajas eternas... CM 397.1

En ningún caso quisiera aconsejar que se restrinja la educación a la cual Dios no ha puesto límites. Nuestra educación no termina con las ventajas que este mundo puede dar. A través de toda la eternidad los escogidos de Dios aprenderán. Pero quisiera aconsejar que se restrinja la práctica de aquellos métodos que hacen peligrar el alma y malogran el propósito al cual se dedica tiempo y dinero. La educación es una gran obra de toda la vida; pero para obtener una verdadera educación es necesario poseer la sabiduría que proviene solamente de Dios. El Señor Dios debe ser representado en toda fase de la educación; pero es un error dedicar años al estudio de un ramo del conocimiento de los libros. Después que se ha dedicado un período de tiempo al estudio, nadie aconseje a los estudiantes a iniciar inmediatamente otro curso extenso sino que debe aconsejárseles más bien que ingresen en la obra para la cual se han estado preparando. Estimúleselos a hacer uso de la educación ya obtenida... CM 397.2

La mente de muchos necesita ser renovada, transformada y amoldada según el plan de Dios. Muchos se están arruinando física, mental y moralmente, por dedicarse demasiado al estudio. Se están defraudando para este tiempo y la eternidad por la práctica de hábitos de intemperancia mientras procuran educarse. Están perdiendo su deseo de aprender en la escuela de Cristo, lecciones de mansedumbre y humildad de corazón... CM 398.1