Conducción del Niño

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Capítulo 72—La batalla por la reforma

Se necesitan un sincero arrepentimiento y un esfuerzo determinado—Los que corrompen su cuerpo no pueden gozar del favor de Dios a menos que se arrepientan sinceramente, hagan una reforma completa y entren en perfecta santidad en el temor del Señor.—An Appeal to Mothers, 29. CN 437.1

La única esperanza para los que practican hábitos viles es dejarlos para siempre si es que estiman de algún valor la salud temporal y la salvación en el más allá. Cuando se ha consentido en estos hábitos durante un buen tiempo, se requiere un esfuerzo determinado para resistir a la tentación y rehusar la complacencia corrupta.—An Appeal to Mothers, 27. CN 437.2

Deben dominarse los pensamientos* Ud. debe dominar sus pensamientos. Esta no será una tarea fácil; no puede realizarla sin un íntimo y aun severo esfuerzo. . . . Si Ud. consiente en vanas imaginaciones, permitiendo que su mente se ocupe de temas impuros, en cierto grado es tan culpable delante de Dios como si sus pensamientos se tradujeran en acción. Todo lo que impide la acción es la falta de oportunidad. . . . Forjar fantasías es un hábito malo y excesivamente peligroso. Una vez que se ha establecido, es casi imposible romper con un hábito tal y dirigir los pensamientos a temas puros, santos y elevadores. Ud. tiene que convertirse en un fiel centinela que vigile sus ojos, oídos y todos sus sentidos si desea dominar su mente e impedir que vanos y corruptos pensamientos mancillen su alma. El poder de la gracia únicamente puede realizar esta obra tan deseable.—Testimonies for the Church 2:561. CN 437.3

Someted las pasiones y los afectos a la razón* No sólo Dios requiere que Ud. controle sus pensamientos, sino también sus pasiones y afectos. Su salvación depende de que Ud. se gobierne en estas cosas. La pasión y los afectos son instrumentos poderosos. Si se aplican mal, si se ejercen con motivos equivocados, si son mal colocados, son poderosos para realizar su ruina y dejarla como a una náufraga desvalida, sin Dios y sin esperanza. CN 438.1

La imaginación debe ser dominada positiva y persistentemente si las pasiones y los afectos han de ser sometidos a la razón, la conciencia y el carácter. . . . CN 438.2

A menos que Ud. refrene sus pensamientos, su lectura y sus palabras, su imaginación quedará afectada sin esperanzas. Lea su Biblia atentamente y con oración, y será guiada por sus enseñanzas. Esta es su seguridad.—Testimonies for the Church 2:561-563. CN 438.3

Cerrad los sentidos para que no entre el mal—Los que deseen tener aquella sabiduría que proviene de Dios, no deben llegar a ser necios en el conocimiento pecaminoso de este siglo a fin de ser sabios. Deben cerrar los ojos para que no vean ni aprendan el mal. Deben cerrar los oídos no sea que oigan lo que es malo y obtengan ese conocimiento que mancharía la pureza de sus pensamientos y actos, y deben guardar su lengua para que no profieran palabras corruptas y se encuentre engaño en su boca.—An Appeal to Mothers, 31. CN 438.4

Evitad leer y ver cosas que sugerirán pensamientos impuros. Cultivad las facultades morales e intelectuales.—Testimonies for the Church 2:410. CN 438.5

Evitad la inactividad unida al estudio excesivo—El estudio excesivo, al hacer aumentar la afluencia de sangre al cerebro, crea una excitabilidad mórbida que tiende a disminuir el poder del dominio propio, y con demasiada frecuencia da preponderancia al impulso o al capricho. De este modo se abre la puerta a la impureza. El uso indebido o la falta de uso de las facultades físicas es, en gran parte, la causa de la corriente de corrupción que se extiende por el mundo. “La soberbia, la hartura de pan, y el reposo próspero” son enemigos tan fatales del progreso humano en esta generación, como cuando causaron la destrucción de Sodoma. Los maestros deberían comprender estas cosas e instruir a los alumnos en estos ramos. Enséñese a los estudiantes que la vida recta depende del pensar recto y que la actividad física es esencial para la pureza del pensamiento.—La Educación, 205. CN 438.6

No hay tiempo para vacilaciones—La pureza de la vida y un carácter plasmado según el Modelo divino no se obtienen sin ferviente esfuerzo y principios bien determinados. Una persona vacilante no tendrá éxito en alcanzar la perfección cristiana. La tal será pesada en balanza y hallada falta. Como un león rugiente, Satanás busca a su presa. Ensaya sus trampas en cada joven desprevenido. . . . Satanás dice a los jóvenes que hay tiempo suficiente todavía, que pueden complacerse en el vicio y el pecado esta sola vez y nunca más. Pero esa sola complacencia envenenará toda su vida. No os aventuréis ni una vez en terreno prohibido. En este peligroso día del mal, cuando las tentaciones al vicio y la corrupción están por doquiera, elévese al cielo el ferviente y cordial clamor de la juventud: “¿Con qué limpiará el joven su camino?” Y ojalá se abran sus oídos y su corazón se incline para obedecer la instrucción dada en la respuesta: “Con guardar tu Palabra”.—Testimonies for the Church 2:408, 409. CN 439.1

Todos son responsables por sus actos mientras estén en este mundo de prueba. Todos tienen poder para controlar sus acciones si lo desean. Si son débiles en la virtud y la pureza de los pensamientos y actos, pueden obtener ayuda del Amigo de los desvalidos. Jesús está familiarizado con todas las debilidades de la naturaleza humana, y si se le suplica, dará fortaleza para vencer las más poderosas tentaciones. Todos pueden obtener esta fortaleza si la buscan con humildad.—An Appeal to Mothers, 31. CN 440.1

La única seguridad para los jóvenes en esta era de corrupción es confiar en Dios. Sin la ayuda divina, serán incapaces de dominar las pasiones y apetitos humanos. En Cristo está la ayuda que justamente necesitan, pero cuán pocos vendrán a él en procura de aquella ayuda. Jesús dijo cuando estaba en la tierra: “No queréis venir a mí para que tengáis vida”. Todos pueden vencer en Cristo. Podéis decir con el apóstol: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó”. Y otra vez: “Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre”.—Testimonies for the Church 2:409. CN 440.2

Se puede encontrar verdadero placer en Cristo—La única seguridad firme para nuestros hijos contra cualquier práctica viciosa es procurar ser admitidos en el aprisco de Cristo y ser entregados al cuidado del fiel y leal Pastor. El los salvará de todo mal, los resguardará de todo peligro si escuchan su voz que dice: “Mis ovejas oyen mi voz,. . .y me siguen”. En Cristo ellas encontrarán pasto, obtendrán fortaleza y esperanza y no serán turbadas con anhelos inquietantes de algo que distraiga la mente y satisfaga el corazón. Han encontrado la perla de gran precio y la mente está en un descanso apacible. Sus placeres son de un carácter puro, apacible, elevado y celestial. No dejan tras sí penosas reflexiones ni remordimientos. Tales placeres no dañan la salud ni postran la mente, sino que son de una naturaleza saludable. CN 440.3

La comunión con Dios y el amor a él, la práctica de la santidad, la destrucción del pecado, todos son agradables. La lectura de la Palabra de Dios no fascinará la imaginación ni inflamará las pasiones como los ficticios libros de fantasía, sino que suaviza, ablanda, eleva y santifica el corazón. Cuando están en dificultades, cuando son asaltados por fieras tentaciones, tienen el privilegio de la oración. ¡Qué exaltado privilegio! Los seres finitos, de polvo y ceniza, admitidos por la mediación de Cristo en la cámara de audiencia del Altísimo. Con tales prácticas, el alma es colocada dentro de una sagrada proximidad de Dios y es renovada en conocimiento y verdadera santidad y fortalecida contra los asaltos del enemigo.—An Appeal to Mothers, 23, 24. CN 441.1