El Gran Movimiento Adventista

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Prefacio

Ya existen muchos libros útiles a disposición del público, y mi justificación por añadir otro a la lista es que en estas páginas afirmo muchas cosas respecto de los adventistas, y especialmente, a los adventistas del séptimo día, que hasta ahora no habían salido a la luz en esta forma. Además, muchos que participaron de la causa en años posteriores, y que no fueron testigos de las cosas que se mencionan, han solicitado fervientemente una narración de estos hechos y experiencias de los que estuvieron antes de ellos en la obra. Por estar familiarizado con el movimiento adventista en 1843 y 1844, y habiendo proclamado la doctrina desde el 2 de enero de 1849, primero como un adventista, y desde 1852 como un adventista del séptimo día, estimo un placer “hablar de las cosas que he visto y oído”. GMA 7.1

He presentado una afirmación con respecto al movimiento adventista, que desde 1831 hasta 1844 se ha difundido a toda nación civilizada del mundo. GMA 7.2

Desde 1845 ha habido otros grupos de adventistas que proclamaron, y todavía proclaman, el pronto advenimiento de Cristo. En lugar de seguir a todos estos grupos, ha sido mi propósito dar, con cierto detalle, el origen y progreso de los adventistas del séptimo día, llamando especialmente la atención a aquellas agencias que, en la providencia de Dios, han ayudado en el desarrollo, a partir de un comienzo pequeño y con pocos recursos, de un pueblo sobre el cual --aunque no pasa de unas cien mil personas--, algunos de sus oponentes han dicho: “A juzgar por la energía y el celo con que trabajan, uno podría suponer que hay dos millones de ellos”. GMA 7.3

Aun los que solo conocen superficialmente la historia de los Adventistas del Séptimo Día saben que desde 1845 la Sra. E. G. de White ha estado conectada en forma destacada con el movimiento, tanto como oradora como escritora. También saben que sus esfuerzos han sido acompañados de ciertas actividades o dones peculiares. He tenido el privilegio de presenciar la manifestación de este don unas cincuenta veces. En estas páginas me refiero a unas 26 predicciones de la Sra. White que se han cumplido con la mayor exactitud. GMA 7.4

Además de mis propias observaciones, he presentado el testimonio de otros testigos oculares con respecto a sus experiencias. Tales hechos deberían tener más peso con el lector sincero que declaraciones casuales hechas por los que nunca estuvieron presentes en tales ocasiones. GMA 7.5

Entrego este trabajo a los lectores, esperando que, con la bendición de Dios, el uso de estas páginas pueda ser un medio de promover la causa de Cristo en muchos corazones, y confiando que todos, al leerlas, recordarán las palabras de Pablo a los Tesalonicenses: “examinadlo todo; retened lo bueno”. GMA 8.1

J. N. Loughborough

Mountain View, California, 1º de mayo de 1905.