El Gran Movimiento Adventista

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¿Qué necesidad tenemos de profetas?

El pueblo de la antigüedad pudo haber razonado que tenían la ley moral de Dios que éste había escrito con su propio dedo en tablas de piedra; que tenían estatutos, juicios, e instrucciones que Moisés había dado de la boca de Dios, y que habían sido cuidadosamente escritas; y ¿qué más necesitaban? Pero a pesar de todas esas excelentes verdades que poseían, Dios se agradó de hablarles “muchas veces y de muchas maneras… por los profetas”. GMA 388.3

Encontramos que los testimonios dados por los diversos profetas, como Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas y otros, en cada caso enseñaban el mismo gran principio respecto de la obediencia a Dios; no obstante, cada profeta tenía su reprensión peculiar para la gente de su tiempo, por su tendencia a ser alejados de los santos y sagrados principios del bien por las costumbres generalizadas de la época en que se dio la profecía. GMA 389.1