El Gran Movimiento Adventista

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La iglesia remanente tendría el espíritu de profecía

Hay declaraciones claras y específicas en las Escrituras de que el Señor manifestará especialmente los dones de su Espíritu, y particularmente el don de profecía, entre el pueblo que se encontrará esperando su venida. El primer texto al que llamamos la atención se encuentra en la carta a los Corintios, y dice: “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo”.5 GMA 161.5

En el Apocalipsis leemos de un “remanente”, la última iglesia evangélica: “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.6 ¿Qué es “el testimonio de Jesús”, preguntamos, que la última iglesia ha de tener, y que en su confirmación prepara el camino para la manifestación de todos los dones del Espíritu? A esta pregunta encontramos una respuesta en el testimonio del ángel a Juan en la isla de Patmos: “Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.7 GMA 162.1

Esta definición dada por el ángel muestra que el “espíritu de profecía” manifestado en la iglesia que espera a Cristo, es lo que prepara el camino para todos los dones, y que se hace guerra contra la iglesia “remanente” por tener ese don entre ellos. GMA 162.2